CRÓNICAS ETÍOPES I



"Merkato", el mercado más grande África...



!Seulam!

Buenasssssssssssss a todas y a todos. Como siempre escribiendo con un retraso supino, pero es que por aquí la conexión a internet no se lleva en demasía.

WELCOME TO ETHIOPIA, un país de más de 75 millones de habitantes, una esperanza de vida de 48 años y una renta per cápita de alrededor de 800 usd. Y, por cierto, que sólo es conocido en gran parte del mundo por sus hambrunas y las imágenes de niños desnutridos y con abultados estómagos. Claro, en España sólo hay bombas de ETA y paellas en Benidorm...

La llegada a la capital, Addis Ababa, fue mucho más tranquila de lo que esperaba. Imaginaba encontrar mucho más ruido y estrés, pero nada que ver con otras capitales de around the world. Esta ciudad tiene partes muy diferentes entre sí. Destacan la "Piazza", que vendría a ser el centro, y el "Merkato", el mercado más grande de toda áfrica. En el centro, donde me alojé, puedes encontrar bares al más puro estilo europeo y beber un café y una repostería fetén. En el Merkato te puedes perder durante horas sin repetir itinerario y alucinar con todo lo que puedes encontrar: desde casquería hasta comino pasando por bombillas incandescentes. Todo al más puro estilo africano. Un "perderse por las calles" harto recomendable.

El carácter de los etíopes es afable y siempre responden con una sonrisa a una sonrisa. Normal, flipan con los "farangi" (nombre con que se nos denomina a los blancos). Somos pocos por aquí y llamamos mucho la atención.

Los buscavidas callejeros abundan por el centro, pero son unos principiantes al lado de algunos sudamericanos y asiáticos. Son menos y menos profesionales. Eso sí: algunos pueden llegar a batir el record de "brasas". El que se llevó la medalla de oro fue un tal Drogba, que intento tongarme de la siguiente manera: después del correspondiente acercamiento (where are you from y tal y pascual...) me intenta convencer de que cojamos un taxi para ir a Meskal square que, casualmente, "you're lucky", hoy es el cumpleaños de Haile Gebreselassie el gran corredor de fondo etíope (que casualidad que llevo toda la vida corriendo y viendo al pequeño del altiplano destrozar todos los récords). El tipo plasta, plasta. No había manera de quitármelo de encima sin provocar conflicto (cosa que no me interesaba por que siempre estaba pululando por la calle del albergue). Total, que le digo que voy al hotel a decirle a un amigo que se venga (y así nos puede timar a

los dos). Ya en el hotel pregunto sobre el asunto de Sagunto, el cumpleaños, y me dicen que no que ni cumpeaños ni pollas en vinagre. Be careful me advierte la chica de la limpieza. En realidad slo intentan pegártela de una forma muy infantil, aunque siempre alguno puede caer. A saber...

Trajín callejero

Los alojamientos no son especialmente baratos; uno cree que viene a áfrica y todo está tirado de precio y, aunque en algunos temas es así, no es esa toda la verdad. Es barato comparado con el estandard europeo pero no con el precio medio del mochilero-patatero sudamericano o asiático.

La comida es más asequible que el techo, por un euro y medio comes (ya explicaré sobre la gastronomía etíope. Muy curiosa...)

Resumiendo que es gerundio: dormir por algo así como 4 euros y comer desde un euro y medio hasta dos y medio. Con todas las excepciones y variantes que podáis imaginar (hoy estoy durmiendo por 2,5 euros, aunque el banyo tiene fauna endémica…).

Un guiño para los bomberos: me pasé por unos de los parques de Addis y no veas que película. Nadie, nadie, hablaba inglés. Yo iba con un pibe, extraordinario por cierto, que traducía algo de inglés-amharico. Primero no me dejaban entrar ya que necesitaba una especie de acreditación y tal y tal. Todo muy surrealista para variar. Al final entro pero no me dejan acceder hasta los camiones… mientras intentaba hacerles comprender que sólo quería ver el material, ellos me miraban y flipaban. Un show en toda regla. No les pude ni dejar nuestra pegatina para que se la pusieran a un camión. Aun así logré hacerme una fotico con un pedazo de brazo articulado, mucho más grande que el nuestro, que estaba justo en la entrada.

Bomberos de Addis Abeba

Intentaré seguir narrando más –particularidades- de este hermoso país. Por ejemplo que su horario es diferente al nuestro, ellos se rigen por el sol, de esta forma tienen seis horas de diferencia. Y os aseguro que aquí la vida comienza cuando sale el sol. Con esta diferencia corres el peligro de quedar con alguien y pegarte seis horas esperando!! Falso, se manejan muy bien en ambos tiempos, aunque nunca existan dos tiempos diferentes…

Esto es muy gracioso: el tema del saludo. Ya me había yo introducido en este genial aspecto gracias a los miriíicos libros de Kapucinsky sobre áfrica, en especial "Ebano". He observado, mientras trago y trago cientos de cafés y tes, que existen estos tipos: a) estrechar las manos b) estrechar las manos y chocar los hombros c) estrechar las manos y 1 beso d) estrechar las manos y dos besos e) estrechar las manos y tres besos f) estrechar las manos, seis besos y abrazo efusivo. Increible. Conmigo el que usan siempre es el de chocar los hombros, incluso con las mujeres. Me apasiona esta riqueza de lo cotidiano.

Segun el momento, la afinidad y más aristas que no llego a comprender usaran uno u otro. Es un juego muy divertido intentar averiguar cual de ellos utilizarán dos personas que se encuentran por la calle. Quien tiene tiempo peina al gato, y yo peino al gato y a la gata.

A colación, sin colarlo que no hace falta, me viene el tema del café. Etiopía es la tierra del café. Es originario de la region de Kafa, y la historia dice tal que así: Existen muchas historias en relación al origen del café, una de ellas dice que por el año de, 1140 en Absinia, unos pastores se dieron cuenta que sus cabras se ponían muy inquietas y se dieron a la tarea de investigar el por qué, y descubrieron que comían unos frutos rojos que se daban en unas matas. Los pastores tomaron los frutos y prepararon una bebida caliente para protegerse del frío nocturno del desierto. Se dice que esa bebida es lo que conocemos como café.Otra de las más conocidas leyendas, dice que un pastor llamado Kaldi conducía a su rebaño. Un día las cabras encontraron unos cafetos y comieron sus bayas y masticaron las hojas.

Llegada la noche las cabras en lugar de dormir se pusieron a retozar alegremente y mantuvieron la energía toda la noche.

Cuenta otra leyenda que los monjes capuchinos tomaron los frutos y las hojas de la misteriosa planta e hicieron con ellas una cocción. Para obtener esa infusión el jefe de la comunidad secó en la llama los granos, que sufrieron su primer tueste y así nació el café como tal. Llamaron a esta bebida Kawa (significado de café en árabe).

Otra leyenda cuenta que un monje cortó los frutos y las hojas de un cafeto y las llevó a la cocina para cocerlos.

Una vez cocinado, el monje probó la bebida y la encontró de un terrible sabor, por lo que arrojó a las llamas los granos quedaron sin cocer. Los granos conforme se quemaban despedían un olor agradable, por lo que el monje tuvo la idea de preparar la bebida con estos granos y el brebaje, aunque amargo, tenía un aroma y un sabor agradable y producía, después de beberlo, un efecto tonificante, por lo que los monjes decidieron adoptarlo para mantenerse despiertos durante sus oraciones.

Despues de 3 días en la capital aclimatándome al mundo etiope, al vocablo farangi y a su altitud, más de 2500 metros, decido partir para Bahir Dar a orillas del lago Tana.

To be continued.

Un besazo para tod@s.