El paso de frontera Belice-Guatemala fue fácil, eso sí, previo pago de 19 dólares estadounidenses. Ya me están jodiendo con las putas salidas; llevo dos entradas by the face pero dos salidas paganini. Por lo demás, la frontera es sencilla y asequible. No te tongan demasiado, así que pillando una furgo, micro o como quieras llamarle, y para la isla de Flores (que es no la homónima isla asiática dónde hace unos años descubrieron a un homínido, pequeñito pequeñito, que desmontó algunas teorías antropológicas).
Guatemala: capital denominada Ciudad de Guatemala, 108.889 quilómetros cuadrados, el idioma oficial es el castellano, más 23 idiomas mayas, el garífuna y el xinca. Casi 15 millones almas. El lema es "El país de la eterna primavera". La moneda local es el Quetzal, en honor al pájaro de larga cola que es el símbolo nacional, y que se cambia plus minusve a diez por cada euro.
Flores es la población más cercana a las archiconocidas ruinas mayas de Tikal. Aproximadamente a unos 60 kilómetros, así que es el punto de parada para muchos mochileros y para otros que no lo son tanto. Es uno de aquellos lugares donde se mezclan todo tipo de turistas, desde los tirados hasta los que tiran de veta, por si de tirar se tratara la cosa. Y yo siempre he dicho que lo mejor para ir tirando es comprarse una pistola.
Las ruinas de Tikal son im-presionantes, en dos palabros, como diría algún torero de las españas profundas. No tienen nada que ver con Tulum o con Chichen Itzá, en México. Éstas se encuentran en medio de la jungla, con una vegetación y una fauna sobrecogedora, además de poseer varias pirámides excelsas. Hay ceibas centenarias (el árbol de la vida para los Mayas), increíbles monos aulladores (me flipan) y cientos de aves, incluso tucanes, érase un pájaro pegado a un pico diría Quevedo (de fet és un paradís ornitològic). La primera vez que escuché el grito de un mono aullador fue en Palenque, Mexico, y desde entonces me estoy preguntado cómo cojones puede sonar tan increíblemente fuerte. Si tienes la dicha de caer en medio de dos o tres que empiecen su concierto al unísono es un espectáculo que a buen seguro jamás olvidarás.
Además a todo este escenario aunténtico, histórico y mágico se une que en estas ruinas no hay masificación, sino que puedes caminar largo rato sin encontrarte a nadie. A media matina ya aparece más gente pero Tikal es tan grande que nunca sientes agobio, ni siquiera en la Gran Plaza (el centro neurálgico). El que esté interesado que le eche una ojeada, de ojo no de hoja, a la wiki.
En la cúspide de una de las pirámides más altas me encuentro con Benno (y dos amigos suyos), un alemán que habla un perfecto castellano ya que pasó el último año estudiando un Máster del Universo en la tierra de Rita la Camionera, o sea, en Valencia. Y me refiero a ese esperpéntico personaje que es Rita Barberà, que me da más grima que el bigote de tu prima (por que mis primas no tienen bigote y son todas muy guapas, lo prometo). Benno me cuenta una historia que os resumo: habían pasado la noche durmiendo en la cima del templo IV, el más alto y desde dónde se puede ver mejor el amanecer del mundo mundial (aunque ahora está complicado ya que amanece siempre con una neblina densa que no te deja ver más allá de treinta metros). !Quéhijoputa! (pienso). La idea de pasar una noche, sólo-alone, en una pirámide maya y ver amanecer o, en su defecto, pasar la noche, me alucinó. Por mis cojones-huevos-testículos que lo intento (ellos tuvieron que pagar a los guardas de Tikal unos veinte euros each, eran tres y tenían tienda de campaña). Yo sólo llevo tienda de campaña cuando estoy muy contento. Así que como ese mismo día lo tenía mal porque no llevaba ropa de abrigo y por supuesto no llevaba mi saco "jernoso", decidí volver a Flores para al día siguiente atacar cima.
En Flores intenté conseguir una tienda de campaña pero no hubo manera, así que opté ir sólo con la poca ropa de abrigo que llevo y el saco de mierda. Igual pasaba frío, ¿pero y qué? ¿es que acaso en los treinta y cuatro años que tengo he dormido solito, o acompañado, en la cima de una pirámide maya? ¿con todo lo que eso conlleva? Pues palante, ni frío ni pollas.
Paso el día en Flores y al día siguiente vuelvo para Tikal decidido en mi empresa. Llegué más o menos pronto, cierran a las seis y llegué a las tres, así que opté por no hablar con ningún guarda e intentar esconderme en alguna pirámide hasta que cerraran, para después partir al templo IV. Me fui para el "mundo escondido", una de las áreas de Tikal. Subí una pirámide, me metí en un huequito lleno de polvo, saqué el libro de Jung y a leer hasta las seis. A las seis ya no se veía tres en un pony, y cuando digo que no se veía es que no se veía absolutamente NADA. Ya me giñé para bajar las escaleras de la pirámide sólo con el frontal, por que en las piramides mayas si fallas en un escalón has muerto, y hablo en serio (los que hayan escalado alguna saben de lo que hablo). De hecho ya no dejan subir a muchas por que fallecieron bastantes personas (entre ellas a la famosa de Chichen Itzá) al resbalarse y caer. Se dieron un susto de muerte. Bajé sin resbalar, suerte la mía por que si tengo que esperar a los bomberos... En otro viaje que hice hace años pudimos subir a la Gran Pirámide de Chichén Itzá. Mis colegas iban "ensetados", una buena ración de setas vamos, y para subir todo bien, pero al bajar (que es mucho más peligroso que subir) a uno de ellos le dio yuyu y no tenía cojones. Lo entiendo perfectamente. Estuvimos esperando mucho, y mucho y mucho, rato a que bajara. Le habían pegado fuerte la setas cuando estaba en la cima y cada vez que intentaba bajar se cagaba vivo, hasta que por fin se armó de valor y pudo. Toda una aventura ;)
Paso el día en Flores y al día siguiente vuelvo para Tikal decidido en mi empresa. Llegué más o menos pronto, cierran a las seis y llegué a las tres, así que opté por no hablar con ningún guarda e intentar esconderme en alguna pirámide hasta que cerraran, para después partir al templo IV. Me fui para el "mundo escondido", una de las áreas de Tikal. Subí una pirámide, me metí en un huequito lleno de polvo, saqué el libro de Jung y a leer hasta las seis. A las seis ya no se veía tres en un pony, y cuando digo que no se veía es que no se veía absolutamente NADA. Ya me giñé para bajar las escaleras de la pirámide sólo con el frontal, por que en las piramides mayas si fallas en un escalón has muerto, y hablo en serio (los que hayan escalado alguna saben de lo que hablo). De hecho ya no dejan subir a muchas por que fallecieron bastantes personas (entre ellas a la famosa de Chichen Itzá) al resbalarse y caer. Se dieron un susto de muerte. Bajé sin resbalar, suerte la mía por que si tengo que esperar a los bomberos... En otro viaje que hice hace años pudimos subir a la Gran Pirámide de Chichén Itzá. Mis colegas iban "ensetados", una buena ración de setas vamos, y para subir todo bien, pero al bajar (que es mucho más peligroso que subir) a uno de ellos le dio yuyu y no tenía cojones. Lo entiendo perfectamente. Estuvimos esperando mucho, y mucho y mucho, rato a que bajara. Le habían pegado fuerte la setas cuando estaba en la cima y cada vez que intentaba bajar se cagaba vivo, hasta que por fin se armó de valor y pudo. Toda una aventura ;)
Una vez abajo me quedaban unos setecientos metros, por decir algo, en la más absoluta oscuridad. Toda una experiencia andar por la jungla, una jungla que no conoces, con monos aulladores y giñado por si te pilla algún guarda (yo no sabía cómo funcionaba la vigilancia allí). Así que después de un cuartico de hora deambulando por los caminitos llego a la base del Templo IV. !A ras! Subo, subo y subo por las escaleras de madera habilitadas para la ascensión. Llego arriba. Y nada más llegar una linterna me alumbra y me espeta, un hombre, no la linterna, ¿quién eres, qué haces aquí?... !MECAGOENLAMADREQUEMEPARIÓ!
...nada, que me tiré a descansar y me quedé dormido... dormido, ¿dónde?... en una pirámide del mundo perdido... ¿y como has llegado hasta aquí?... con mi luz y siguiendo las señales... aquí no puedes estar, tienes que irte... ¿adónde?... fuera del parque... ni hablar, queda media hora de trayecto si vas con luz diurna y ahora no se ve absolutamente nada, igual ni llego... ya es verdad, pues aquí no te puedes quedar...
Total, que los pibes no eran las guardas del parque sino dos curritos que trabajaban en la rehabilitación del susodicho templo y que tenían una ronda obligatoria de vigilancia. Les digo que no pienso bajar a la entrada porque me pierdo sí o sí y me comentan que allí no me puedo quedar. Empieza un juego dialéctico. Yo presionándoles para que me dejaran quedarme a pasar la noche allí arriba y ellos que ni hablar que si me pillara un guarda ellos iban a la calle y yo podía correr peligro. La situación no daba para mucho más, allí los tres en tó lo alto y con menos luz que el castillo de Drácula. Les digo que si me "ayudan" ellos a mí yo les puedo "ayudar" también. Todo esto en penumbra y con bastante confusión, pero a ver si por la bromita del blanquito de turno los pibes se quedaban sin currele, probablemente era una posibilidad remota pero a mí me hizo desistir. Así que después de una larga charla acabé pasando lo que quedaba de tarde y toda la noche en el tabuco donde ellos dormían. Por lo menos estuvo interesante platicar con ellos sobre sus condiciones de trabajo y algunas que otras leyendas mayas de la zona. Lo de acampar, acampar quiero decir tirar el saco a la dura piedra, en la pirámide ya lo dejaremos para otro parque o para otro viaje u otra vida.
Cuando desperté, a eso de las 5am, les dije que me piraba y que si me pillaba alguien que tranquilos que yo no había visto a nadie, cap problema. Así que volví a subir la pirámide, por enésima vez, y esperé que amaneciera. Una densa niebla lo impidió, pero aún así disfruté de una ratito de intimidad antes que comenzara a llegar la peña. Y aquí acaba mi historia con Tikal.
Ya de nuevo en Flores trabé amistad con Pina, la hija de la dueña del hotel en el que me hospedaba, y que resultó ser una anfitriona y guía de primera además de una piba más que inteligente. Salimos de copas y andamos con varios de sus amigos que no resultaron ser tan interesantes como ella, para que nos vamos a engañar. Aunque siempre es bueno ver cómo se comporta la gente, sobretodo por estos lugares desconocidos para uno. Sin saber cómo, me vi subido a un Jeep amarillo, que debe valer un Potosí, y cuyo conductor era un niño de papá que sólo se le ocurrió que pisar a fondo y empezar a saltarse semáforos haciendo el gil. Menos mal que sólo fueron un par de minutos...
Curiosidades:
1) si lees un periódico local guatemalteco las primeras diez páginas sólo tratan de homicidios, asesinatos, atropellos y demás. Peor que Telecinco. Te cagas en las bragas.
2) los guatemaltecos se denominan también "chapines". Utilizan cualquiera de los dos términos.
3) Hace poco ha habido elecciones locales, a las alcaldías, y generales al estado. Es muy curiosa aquí la propaganda electoral: pintan carreteras, paredes (a brocha y pincel), piedras en medio de un camino, postes telefónicos. Y pone: "marque así" (y dibujan una X tachando el nombre del partido). Así se aseguran que la gente sepa votar, y vote válido, porque el nivel de analfabetismo por estos lares es importante. Como casi siempre en la américa latina los principales líderes son bien blanquitos, poco indígena en los carteles. La pugna era entre Otto su puta madre y No sé qué Balinzón que tiene una sonrisa de hienaca que asusta. Ganó Otto, que por lo menos es un palíndromo ;) Me hizo recordar a unas elecciones que viví en Bolivia hace unos años y cuya campaña electoral también era para tirarse de los pelos. Pero que voy a decir si el otro día leí que el PP ha vuelto a sacar mayoría absoluta... En fin Serafín que paso de escribir más de política.
4) "Honda" lo leen "Jonda" , como el cante jondo
5) En los noticiarios estatales acaban el reportaje o la conexión con la frase "... por el respeto a la vida..." y el nombre de la reportera. Lo dicen al fina de cada noticia. Es hilarante.
Un saludito para tod@s
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