Buenas!!! Escribiendo desde la isla de Borneo, junto al Mar de Célebes, dónde la humedad supera a la de cualquier sauna de preciado gimnasio en Barcelona...
El vuelo: de Barna a Doha, Qatar, allí nueve horas de tránsito y luego para Kuala Lumpur, la capital de Malasia. Por suerte en Doha han habilitado unas butacas para pasar la noche, ya que la última vez que pernocté allí me tocó pasarla en el suelo; aunque al final nunca sabes qué es mejor por que las butaquitas las hicieron para David el Gnomo...
Malasia es un país de algo más de 27 millones de habitantes, una extensión de 330.000 km2, cercana al ecuador y con por consiguiente, Felipe presidente, con el típico clima tropical. La moneda local es el ringgit y se cambia a aproximadamente 3,75 por cada euro. Así que lo calculamos a 4 para no comernos mucho la bola. El gentil gentilicio es "malasio" o "malayo", el típico cayo malayo. Obtuvo la independencia del Reino Unido en 1957.
Kuala Lumpur es la capital, archiconocida por sus Torres Petronas, la sede de la compañía petrolífera estatal. Hasta hace bien poquito han sido los edificios más altos del mundo y, la verdad, es que impresiona ver estos colosos. Dos torres que se elevan hasta los 452 metros, con un puente que las comunica a los 172 metros si mal no recuerdo. La visita vale 20 pavos y sudando que es gerundio, viéndola por fuera, y paseando por el hall y la panta baja tenemos más que suficiente. 20 euracos como que nos estamos pasando.
En la capital poco que hacer, así que la idea era pirar raudos y veloces para Borneo en busca de naturaleza. La ciudad no es nada del otro miércoles y no invita a quedarse, para qué nos vamos a engañar. Supongo que estando más tiempo y conociendo sus secretos tendrá mucho por ver, pero con tan breve estancia no da para más que para llegar y salir corriendo.
Los precios no tienen nada que ver con Tailandia, Laos, Camboya, todo es bastante más costoso, especialmente el alcohol. Las birras se pagan a precios europeos, entre dos y tres euro plus minusve. Tienen Tiger, Skol y algunas birras importadas, sobretodo Carlsberg, que se la va a beber su prima la del bigote.
Ya en la capital te das cuenta del carácter e idiosincrasia relajada de los locales, son tranquilos y sonrientes, cap problema. No hay acoso y derribo al turista como en otros lares.
Curiosidades:
1) Como en todo el sudeste asiático la diferencia entre "fuera" y "dentro", esto hay que leerlo con tonito de Epi y Blas, es acojonante. Sales a la calle y la humedad te tira para atrás en la primera bocanada de aire-agua y luego entras a cualquier hotel, bar, tienda etc etc y todas están atendidas por pingüinos de Magallanes, los únicos capaces de soportar temperaturas tan gélidas.
2) En Borneo se come con cuchara y tenedor, no hay casi palillos. Influencia inglesa supongo.
3) Se conduce por la izquierda
De Kuala Lumpur marchamos para Kuching, ciudad ya sita dentro de la isla de Borneo. Esta isla la comparten tres países: Malasia, el sultanato de Brunei e Indonesia.
Nada más llegar a Kuching salimos para el Parque Nacional de Bako, una reserva natural donde esperábamos encontrar al mono narigudo que sale en los documentales de la dos que dan después del "Saber y ganar", vamos el "proboscis" para los amantes de los primates, que no de los primos.
Este primate está en peligro de extinción, se cree que quedan unos siete mil ejemplares en la isla de Borneo de donde son endémicos. Se cree que su narizón característico, serían los Franco Napiatto de los monos, se debe a una selección sexual. Las hembras las prefieren grandes, las napias, y eso ha perpetuado esta característica con el paso del tiempo. Cuando se excitan se hincha y se vuelve roja, ¿seguimos hablando de narices? Utilizan la nariz para producir sonidos de advertencia cuando se sienten amenazados. El 95% de su alimentación son hojas de los mangles y tienen un abultadísimo estómago..
Nada más llegar nos los encontramos apostados en los árboles circundantes a la entrada. Zas, en toda la boca. Triunfada. No habiamos ni dejado las mochilas y ya estábamos viendo probosceos por doquier. Alucinante por que el paraje es realmente bonito y situado en una playa medio salvaje. Son bastante esquivos, se dejan ver pero en cuanto te aproximas cambian de ubicación, así que si quieres tirar alguna fotito tienes que ir slowly slowly.
En la reserva de Bako se duerme barato y en esta época del año no somos multitud los que pululamos por aquí. Unos veinte en todo el parque. Tienes para hacer varios trekkings que van desde la media hora hasta las siete u ocho y puedes elegir libremente qué hacer. Las caminatas no son increíbles pero aceptables, el problema es que casi todos los primates que te encuentras por allí están más cerca de la playa que perdidos en la selva, almenos los que tienes la posibilidad de encontrarte. Nos hemos topado con tres tipos de ellos: los probosceos, los archiconocidos macacos y los langures. Estos últimos fueron un regalo de "ultimísima" hora, ya que aparecieron cuando caminábamos con las mochilas para pillar el bote que nos llevaba de vuelta a Kuching. Acojonante de nuevo.
Los macacos, los reyes de la adaptación por excelencia, de este parque tienen más tiros pegados que la furgoneta del equipo A. Su adaptabilidad al medio es brutal y por eso han tenido tanto éxito evolutivo... Algún ataque furtivo en las mesas del comedor si que tuvimos sí, no se cortan un pelo estos monicos y monetes. Casi le arrancan un dedico al meu company. Y todo por fumarse un cigarrito... ;)
Vuelta a Kuching y de allí vuelo a Kota Kinabalu, en la otra punta de la isla. Como no planeamos ni reservamos nada palmamos con el precio del avión, y con la hora: a las 4am teniamos que estar en el aeropuerto. Bendita la gracia...
De Kota Kinabalu salimos para Sepilok, donde hay una reserva de orangutanes. Aquí los preparan, ya que han llegado por algún tipo de problema, y los "entrenan" para la vida en libertad. Ardua tarea parece ser. Está montado todo como un "circo", así que la experiencia fue decepcionante. Los orangutanes pululan por la reserva en régimen de "semilibertad" y cada día a las diez y a las 3 les ponen comida en una especie de atrio de madera montado para la ocasión. Los turistas se sitúan enfrente en un tablado de madera, esperando que en cualquier momento aparezcan los protagonistas. Poco más que un circo-zoo. Cinco minutos antes éramos tres tipos allí, y de golpe aterrizaron un par de autocares cargadicos de peña. Así que pusieron papeo, aparecieron dos hembras, un macho y un alguna cría. Se pusieron a comer (vainillas y plátanos) y todos mirando. El macho llegó, comió e inmediatamente se puso a follar con una hembra. Al típico estilo misioneroorangutaniano.Comió un poco más y cambió de hembra. Meó y se piró. Una vida simple: comer, cagar, beber, mear, respirar y follar. Instintos básicos, para qué más. Y si miran que miren ;) Visto el espectáculo decidimos no volver a la tarde para ver más de lo mismo. No obstante, siempre es interesante participar y extraer tus propias conclusiones sobre este tipo de asuntos. Probablemente estén realizando un buen trabajo con estos animales, pero para ir allí a verlos como guiri no vale la pena.
De Sepilok para Sandakan la ciudad donde un cubito de hielo dura menos en la calle que Pinocho en un aserradero. Pides un vaso con hielo, lo sacan del congelador, lo meten en un vasico y cuando te lo sirven veinte segundos después ya tienes un gustoso vasico de agua.
Saturday night fever. Salimos de fiesta a ver qué se respiraba en el ambiente, aparte de fuego. Podría ganar cualquier concurso de "Míster camiseta mojada", más que nada por la práctica que estoy cogiendo estos días. Salgo a la calle y ya estoy sudando. Suda hasta el Jordi, que no es de sudado fácil. Me suda todo y no litarelmente hablando.
Llegamos a una especie de disco. Entramos. De golpe vemos pasar a un oso polar con gabardina acompañado de un par de pingüinos con gorro y guantes. Exagerado el frío. Si no te movías palmabas, pura supervivencia. Cuatro o cinco chicas, todas prostitutas y ojo avizor a los nuevos visitantes. Vienen a charlar con nosotros amistosamente pero ven que hay poco que hacer, no somos puteros, aunque educados (sorprendido de encontrar putas, casi todas filipinas, tan fácilmente en un país musulman). Pedimos UNA birra y nos traen DOS botellas de litro en una cubitera, aquí sí, los cubitos nunca se derriten, don´t worry be frozen. Comienzan a llegar los locales y el asunto de Sagunto discurre asíN: se colocan, de pie, en unas mesas que hay al lado de la pista de baile. No hay bebidas individuales. Aquí o te pillas una botella de güisqui o dos birras de litro mínimo, no puedes pedir un cubatilla o una birrilla de andar por casa. Casi todas la mesas consumen una botella de Chivas Regal y una de Coca-cola de 1,5 litros. La botellica cuesta unos setenta pavos. Ya ves Benarés con las costumbres fiesteras del mundo, uno nunca deja de sorprenderse. En la pista un tipo bailando break dance de una manera más que aceptable. Todos los demás mirando, algunos absortos en sus smartsphones. Abortamos misión. Salimos a por un taxi bajo una intensa lluvia tropical y para casita. En la calle fuego, dentro del taxi Siberia. Las agujas del marcador están clavadas... ;)
Hasta la próxima companyEs!!!!!
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