domingo, 9 de diciembre de 2012

DEL LIBRO "CUENTOS CHINOS DE LA ECONOMÍA" DE LOS ECONOPLASTAS






Aquí os dejo un enlace, para descargar gratuitamente el libro,  y varios extractos del mismo. Éste explica conceptos básicos de economía de una manera harto divertida y harto didáctica. En el fondo las cosas no son tan complicadas, las hacen complicadas pero no lo son en absoluto. Contra la estafa universal de este sistema: educación y cojones. 

Los autores son "Los econoplastas", aquí os dejo la web para el que esté interesado y quiera perderse un ratico:  www.econoplastas.org



Enlace para descargar el libro:  http://issuu.com/econoplastas/docs/cuentos_chinos_de_la_economia








LA FÁBULA DEL CAPITALISMO Y LA RANA



Buscaba el escorpión alguien que le ayudara a cruzar el río cuando vio que se acercaba una rana y le dijo:
 - Rana, ranita, ¿me subirías a tu espalda y me cruzarías en un par de saltos hasta el otro lado del rio?
 -¿Tú estás loco? Acaso piensas que no sé lo que haces con tu aguijón cuando se te acerca una rana...
 -Hombre, pero no seas desconfiada, ¿Cómo voy a hacerte nada si dependo de ti para poder pasar? No sé nadar y si te hiciera algo mientras me cruzas sería como un suicidio.
 -Bueno, visto así, tienes razón. Sería estúpido por tu parte. Sube que en un momento estamos en el otro lado...
Iba la rana saltando de nenúfar en nenúfar con el escorpión a su espalda cuando, de repente, sintió un intenso pinchazo que la dejó paralizada y empezó a hundirse sin entender nada. Mientras, miró al escorpión y le preguntó:
 -Pero, ¿qué has hecho? ¿Cómo puedes haberme picado? Vamos a morir los dos en medio del río... 
 -Lo sé. Es estúpido lo que he hecho pero no he podido evitarlo. Es mi carácter...

Buscaba el capitalismo recursos naturales para seguir llevando a cabo su tarea infinita de producción y consumo cuando se encontró a la Tierra y le dijo:
 -Planeta Tierra, ¿me dejarías explotar tus recursos para seguir aumentando la riqueza material?
 -¿Tú estás loco? Acaso piensas que no sé lo que haces con tu codicia cuando se trata de explotar recursos...
 - Hombre, no seas desconfiada, ¿Cómo voy a hacerte nada si dependo de ti para poder reproducirme? No hay más que un planeta y, si lo destrozara, sería como un suicidio.
 -Bueno, visto así, tienes razón. Sería estúpido por tu parte no cuidarme.
Iba el capitalismo en su etapa neoliberal, globalizada y financiera cuando la Tierra sintió intensas e irrecuperables heridas en toda su superficie y, sin entender nada, miró al capitalismo y le preguntó:
 ‐Pero, ¿qué has hecho? ¿Cómo puedes haberme hecho esto? Vamos a morir por pensar sólo en tus beneficios a corto plazo...
 -Lo sé. Es estúpido lo que he hecho, pero no he podido evitarlo. Es mi carácter...


VIDA LABORAL



 Todas las mañanas se levanta para preparar el desayuno de tres hijos y un marido, como hicieron antes su madre y su abuela. Después ayuda a sus hijos a vestirse y los lleva al colegio. De vuelta a casa hace la compra, la lleva a casa, y le da un repaso a la limpieza general. Pone una lavadora y levanta al abuelo, que vive con ellos. Se pone con la cocina y la comida, pero al rato vuelve a salir para recoger a los niños. Va a por ellos y de vuelta le da un último hervor al cocido. Al terminar de comer, quita la mesa y friega los platos. Limpia la cocina para dejarla lista para la cena y repasa con un pequeño barrido y fregado el salón donde comen. Devuelve a los niños a la escuela para su jornada de tarde y comienza a planchar la ropa mientras ve una novela, o más bien sólo la oye. Llega la hora de volver a por los niños, ayudarles a hacer los deberes y darles la merienda. Ayuda al abuelo a ducharse y vestirse. Se le olvidó tender la lavadora  y ahora aprovecha para hacerlo mientras los niños están ocupados un rato en la tele. Llega la hora de comenzar con la cena y volver a repetir el ritual del mediodía, recoger, fregar y repasar el salón. Y al final del día relajarse volviendo a oír algo en la tele mientras su vista se centra en las rodilleras que cose en el chándal del pequeño.
Para un economista, ni mi madre (ni su madre, ni su abuela) han trabajado nunca, en sus vidas laborales de la Seguridad Social aparecen cero días trabajados. 



EL CUENTO DE LA LECHERA




Iba alegre la lechera camino del mercado. Con paso vivo, sencilla y graciosa, sostenía sobre su cabeza un cántaro lleno de leche. Ese día se sentía realmente feliz y, a medida que se iba acercando al pueblo, su dicha aumentaba. ¿Por qué? Porque la gentil lechera caminaba acompañada por sus pensamientos y con la imaginación veía muchas cosas hermosas para el futuro.

“Sí - pensaba- . Ahora llegaré al mercado y encontraré en seguida comprador para esta riquísima leche enriquecida con Omega3. Sin duda, han de pagármela a buen precio, que bien lo vale. En cuanto consiga el dinero, allí mismo compraré un canasto de huevos. Lo llevaré a mi cabaña y de ese montón de huevos, lograré sacar, ya hacia el verano, cien pollos por lo menos. ¡Ah, qué feliz me siento de pensarlo solamente! 

Me rodearán esos cien pollos piando y piando y no dejaré que se le acerque zorra ni comadreja enemiga. Una vez que tenga mis cien pollos, volveré al mercado. Y entonces, entonces... los venderé para comprar un cerdo. Sí, un cerdo, no muy grande, un lechoncito rosado. ¡Ya me encargaré yo de cebarlo! Crecerá y se pondrá gordo, porque estará bien alimentado con bellotas y castañas. Será un cerdo enorme, con una barriga que ha de arrastrarse por el suelo. Yo lo conseguiré.”

Siguió la lechera su camino, sonriendo ante la idea de ser dueña de tan robusto animal. ¿Qué haría? Lo pensó un instante. Y otra vez una sonrisa de felicidad iluminó su linda carita. “Claro está. Ya sé lo que me conviene. Ese cerdo magnífico bien valdrá un buen dinero. ¡Con él me compraré una vaca! Una vaca estabulada y enganchada, por un lado, a una máquina que las alimenta con pienso y clembuterol (para acelerar el crecimiento) y, por otro, a un tubo que las medica con antibióticos (para evitar las enfermedades que genera ese modo de vida).”

Ya salía del pueblo y el torrente de pensamientos era imparable: “Gracias a un amigo en la Diputación, recibiré una subvención y podré invertir en otra más. Y abriré una web en internet www.lalechera.com que hará aumentar las ventas. E invertiré en I+D para crear una aplicación para el Iphone para ordeñar virtualmente a las vaquitas. El aumento de mi cuota de mercado me permitirá hacer uso de una posición dominante y comprar todas las otras empresas de la comarca.”

Cruza el puente cada vez más excitada y mas excitada: “Externalizaré la producción a China para ahorrar costes y me dedicaré solo a la parte financiera del negocio. Ejecutaré un cambio de deuda por obligaciones con una oferta general asociada, de forma que multiplicaré por 10 mi capital. Los derechos de mi cuota europea para la producción de lácteos de los 11 millones de cabezas de vacuno los transferiré mediante un intermediario a una empresa de las Islas Cayman que, en realidad, pertenece a una empresa interpuesta con sede en Luxemburgo.

Aprovechando la rapidez de la red, realizaré una oferta de compra de otros 13 millones de vacas, utilizando para ello un crédito no vinculante que me ofrecerá una empresa de capital riesgo de Irlanda. Pero antes de hacer efectiva la compra, como la oferta hará aumentar el precio de las vacas 14 puntos en el mercado de Franckfurt, venderé a los 15 nanosegundos mi derecho de compra con un rendimiento en la operación del 16% antes de impuestos.
Y después de impuestos también. Porque tu empresa, gracias a complejos instrumentos de contabilidad creativa e ingeniería financiera, consigue, a través de una SICAV que mueve 17 millones de € al año empleando sólo a 18 personas, que no pagues impuestos año tras año.

En el informe anual de la Junta de Accionistas decidiremos despedir al 19% de la plantilla porque los beneficios solamente habrán aumentado un 20% (21 millones de €) por debajo del 22% esperado. En esa misma reunión, como colofón a la magnífica gestión, se aprobará gratificar con 23 millones de euros a los Consejeros, subir un 24% el sueldo de los directivos y donar a una Fundación para la alimentación sana 25 mil euros. Y eso sí, top secret, también se aprobará regalar 26 vacas a un europarlamentario de Bruselas para que se encarguen de conseguir una nueva normativa que imponga mi leche de manera obligatoria en los desayunos de los comedores escolares de todos los niños europeos en la Europa de los 27...”

Ya se imaginó la lechera correteando junto a los consejeros de administracion. Y al pensarlo, rió alegremente al tiempo que daba un salto.¡Ay cuanta desdicha siguió a su alegría! Al dar el salto , cayó de su cabeza el cántaro, que se rompió en mil pedazos.

La pobre lechera miró desolada cómo la tierra tragaba el blanco líquido. Ya no había leche, ni habría pollos, ni cerdo, ni vaca, ni ternero. Todas sus ilusiones se habían perdido para siempre, junto con el cántaro roto y la leche derramada en el camino.

“¡Me cago en la leche!”



Saludddddddddddddddddd!!!













2 comentarios:

  1. Bueno, no está mal esta forma de aproximarnos a lo que sucede con la política, la economia... y en general a cómo se mueve el mundo. De todas formas, aunque la propuesta es muy intesante, yo me decanto por un libro que saldría a principios del 2012 o finales del 11 que se llamaba:
    "Un cuento de economia"
    Autor M. Fenollar. Créanme que es muy divertido y quizás trate estos asunto con un punto más de rigor y, lo que más me gustó, dejando siempre al lector la libertad de opinión...

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  2. Pues gracias por la aportación, siempre son más que bien recibidas ;)

    No leo mucho sobre economía, no voy a mentir, pero a veces a uno le da por ahí...

    Saluditos!!!!!

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