BREVE HISTORIA
El Aloe Vera se ha usado a lo largo de la historia de la humanidad, hasta nuestros días, tanto en el tratamiento de enfermedades como en la cura de la piel y el cabello.
En manifestaciones antiguas de grabados egipcios aparecen alusiones a la utilización como fuente de salud y bienestar, así Nefertiti y Cleopatra lo incluian en sus tratamientos de belleza.
Aristóteles le recomendaba a Alejandro Magno para la rápida curación de sus soldados; Marco Polo señalaba su uso habitual en la corte china, como alivio de las dolencias estomacales.
Los indios americanos la empleaban desde acondicionador del cabello hasta como tónico estomacal; en la india está difundido como alivio rápido de irritaciones de la piel; los árabes ven en ella una estimulante loción hidratante.
Actualmente aunque esta planta ancestral ha sido muy difundida en la farmacopea y los remedios populares ha caído en cierto olvido por parte de la población, no es hasta el final de la IIª Guerra Mundial cuando se redescubre el poder del Aloe Vera, cuando se comprueba que los habitantes de Hirosima y Nagasaki, los cuales padecieron quemaduras, después de un tratamiento con Aloe Vera, se curaban más rápidamente y en muchos casos, sin señales ni cicatrices.
LA PLANTA
El Aloe Vera es una planta que pertenece a la familia de las lilianaceas.
Latín: Aloe succotrina
Castellano: Zabira, zabila, zabida, zadiba, acíbar, pita zabila, aloe vera.
Portugués: aloés, erva-babosa, babosa, azebre vegetal.
Catalán: áloe, séver, atzavara vegetal, atzavara vera.
Vasco: belarrmintza, lerdamin
Italiano: aloe.
Francés: aloés.
Inglés: aloe.
Alemán: aloe.
Se trata de una planta perenne, originaria de las costas nororientales de Africa, de donde llegó a America central de la mano de los frailes jesuitas y allí encontró el entorno más adecuado para su desarrollo óptimo, siempre caracterizado por un clima seco y caluroso, evolucionando hasta le especie que se conoce hoy por Aloe Vera: el aloe barbadendis Miller, planta suculenta perenne de cincuenta a sesenta centímetros de altura máxima, cuyas hojas carnosas de color verde grisáceo presentan un borde espinoso afilado, y la superficie coricea y resistente. En su interior guardan un gel, una pulpa blanquecina, que practicamente sin olor ni sabor, es un regalo de la naturaleza.
Floración
Según la especie de aloe vera, en primavera y en verano. y también pueden florecer en invierno en sus respectivos países de origen. Las flores se generan en un estado maduro de desarrollo, y suelen ser de color rojo o amarillo.
Las flores de la planta del aloe vera son tubulosas, debido a que las seis piezas que forman la cubierta de la flor se sueldan todas entre sí formando un tubo, generalmente recto o en ocasiones también curvado. Estas flores normalmente tienen un color rojizo, anaranjado o amarillento. La flor tiene seis estambres, de largos filamentos que crecen en el fondo de la flor, por debajo del pistilo. Pero la flor se puede cortar, evitandose la polinización, que daría lugar a híbridos en los que se perdería las propiedades que tiene el Aloe Vera. Así es preferible reproducirlo por esquejes, ya que es muy prolífico en este aspecto, y conservar la pureza genética de la población.
Recolección y cosecha
Las hojas de las que se aprovecha la savia son carnosas, y suelen medir unos 50 cm de largo, 10 ó 20 cm de ancho y 5 cm de grueso. Al realizarles un corte exudan un líquido acuoso de sabor muy amargo, acumulado en células secretoras que envuelven la región cribosa. Puesto que la pared celular que las separa es muy fina, el jugo fluye con facilidad. El corte en las hojas hay que hacerlo de forma que la secreción pueda recogerse en un recipiente. Después se condensa el líquido calentándolo al fuego o al baño María. Se separa la espuma y se deshecha, y el líquido se pasa a otro recipiente en el que después se volverá más sólido. Es así como llega al mercado y se distribuye después en forma de preparados galénicos como gotas, píldoras, supositorios, etc. No es habitual el uso de aloe puro, ya que puede dar cierta reacción en la piel de algunas personas.
En Medicina, se usa el jugo de su hojas cuajado en una sustancia sólida de color oscuro y de sabor amargo, conocida como acíbar. Por lo general, el acíbar se obtiene dejando fluir el líquido que brota de las hojas del aloe vera cortadas transversalmente, colocándolo en un recipiente para su recolección. Se deja que se concrentre este líquido y se vaya espesando calentado por el sol o bien con calor artificial, operaciones que se realizan en los países de origen, principalmente en el Cabo.
EL ALOE VERA Y LA BELLEZA
Los efectos más importantes que provoca el Aloe en la piel se deben a los aminoácidos, especialmente la valina, fenilalanina, leucina y lignina, sobre los poros de la piel .
La forma que el Aloe Vera actúa sobre los poros de la piel, es desostrucción de todas las sustancias que impiden que la piel puede expulsar todas las sustancias de deshecho junto con los agentes externos que se mezclan con ellas. Las propiedades saponificadoras del Aloe Vera es llevada a cabo por la combinación de aminoácidos y polisacaridos que hacen que estas acumulaciones de grasas y contaminantes externos se conviertan en sustancias jabonosas, siendo fácilmemte eliminable con el aseo diario. Esta limpieza en profundidad favorece los intercambios con el exterior pudiendo así penetrar el agua que contiene el Aloe Vera, produciendose una hidratación profunda de la piel.
El Aloe Vera mucha gente cree que es un humectante natural, todo lo contrario es un potente astringente que tiene la propiedad de limpiar en profundidad las tres capas de la piel, con esta limpieza en profundidad desostruye los poros y los conductos glandulares, así las sustancias nutritiva y el agua penetra con facilidad hasta la capa hipodérmica. Aunque es recomendable para todo tipo de pieles, lo es especialmente recomendado para pieles grasas o acneícas, conserva el agua sin engrasar.
Otra de las propiedades del Aloe Vera es su gran capaciadad regeneradora, ésta se basa fundamentalmente en las vitaminas(A, B1 ,B2, B6 ,y B12) y los polisacáridos presentes en el Aloe Vera (glucomano, pentoxa, hexosa, galactosa, etc...), lo cual le convierten en un activo estimulante, su funciones principales consisten en flexibilizar las fibras elásticas de la dermis, fortalecer las fibras de colágeno y estimular la producción de las células epiteliales en el cuerpo mucoso de Malpighi.
Esta estimulación de la síntesis del colágeno y de las fibras elásticas de la piel es especialmente indicada para después del afeitado, la cuchilla destruye muchas células y el Aloe las regenera. También es muy indicado para la prevención de la aparición de las estrías (adolescencia, embarazo, dietas de adelgazamiento, etc... ). Después que el Aloe Vera haya penetrado bien en la piel se puede acompañar con una crema hidratante para que el beneficio sea mayor.
También por sus efectos calmantes y regeneradores es un aftersun especialmente indicado, las antraquinonas presentes en el Aloe Vera tienen efectos calmantes,y los aminoácidos y polisacáridos regeneradores, por lo tanto es lo mejor para calmar las irritaciones que produce el sol, estimular la regeneración celular y ayudar a fijar el moreno más en nuestra piel.
Aloe Vera y el Cutis
Especial mención cabe hacer del cutis, es una de la zonas de nuestro cuerpo que permanece en contacto continuo con el exterior, por lo tanto es más posible que sea la zona más desgastada, ajada y bombardeada continuamente con los agentes externos.
Es ahí donde mas se nota los efectos del paso de la edad (patas de gallo, arrugas, bolsas en los ojos, etc...) y de las agresiones externas. El Aloe Vera puede mitigar estos efectos en nuestro rostro a traves de la saponificación,, regulación del ph, nutrición, acción bactericida y propiedades astringentes.
La saponificación limpia los poros, elimina las células muertas y acumulación de productos de deshecho, permite el libre intercambio de de humedad hacia el interior y hacia el exterior, evitando así la retención de liquidos (bolsas en los ojos es un ejemplo claro de retención de liquidos en la zona de debajo de los ojos).
Así la piel mantiene un nivel adecuado de grasa, no pierde brillo, se evita la formación de caspa en el cuero cabelludo, el exceso de acumulación de grasa que pueden degenerar en dermatitis o la seborrea.
La regulación del PH se lleva a cabo por los aminoácidos en acción conjunta con el sodio, potasio, hierro, zinc, etc..., asi se asegura la producción de células epiteliales, esto retrasa el envejeciemiento y el desgaste del cutis, se renueva la piel con constancia.
La nutrición de la piel se lleva a cabo por la absorción de vitaminas y polisacáridos presentes en el gel del Aloe Vera, esto estimula la producción de nuevas células epiteliales también, eliminándose las células viejas, se tonifica las células musculares elásticas y las células de colágeno, se evita el resquebrajamiento de la piel que causa arrugas y patas de gallo.
La acción bactericida, hace que las celulas sanas resitan el embate de los agentes agresivos externos.
La propiedad astringente le confiere al Aloe Vera una capacidad muy buena a la hora del afeitado, los efectos contaminantes de los maquillajes, etc... Su efecto mas visible son las alteraciones del PH, obturación de los poros de la piel y la correcta nutrición de la piel en sus intercambios hídricos con el exterior.
PREPARACIÓN
Jugo de aloe:
Es la pasta que se obtiene macerando o rallando hojas completas, incluida la piel, la pulpa y las espinas. Se machacan las hojas con un mortero , o rallándolas y mezclándolas hasta obtener una pasta homogénea. También se pueden hacer metiendo las hojas en la licuadora. Este preparado es ideal para uso externo en forma de apósitos o de compresas que se pondrán sobre llagas, quemaduras, heridas, urticarias, etc.
La pulpa:
Se prepara igual que el jugo y se le deja macerar. Se le puede añadir alcohol u otros conservantes como el benzoato monosódico, ácido cítrico, glutamato de potasio etc. Se puede aplicar como tópico, con un algodón o un hisopo, llegando a lugares a los que no se alcanzaría con la hoja como las encías, caries, ventanas nasales. Aplicado con compresas se utiliza como paliativo de las quemaduras solares y diluida en agua hirviendo.
El zumo:
Se obtiene de la filtración de la pulpa y sirve para hacer inhalaciones. Los excedentes sólidos de la pulpa que ha sido filtrada sirven para preparar el aloe en polvo.
Polvo de aloe:
Se prepara con los residuos sólidos del jugo de aloe y se hace dejándolos secar al sol o al horno suave, después se muele, hasta que formen un polvo terroso. Sirve para hacer tisanas. El té se prepara secando hojas enteras o en trozos y a continuación se muelen. Las tisanas de aloe previenen los mareos producidos en los coches o en los barco, también se utilizan en las crisis asmáticas y en los accesos de tos.
Tintura básica de aloe:
Hojas de aloe completas......350 g.
Alcohol medicinal de 96º......550 cc.
Agua destilada o mineral.......450 cc.
Se machacan las hojas bien en el mortero y se mezclan con el alcohol y el agua. Se dejan en maceración 20 días , agitándolo bien durante un minuto todos los días. A continuación se filtra, primero con una tela fina de algodón y posteriormente con un papel de filtro y se envasa en una botella oscura o protegida de la luz.
Ungüento para quemaduras:
Crema base humectante........100 g.
Tintura básica de aloe............50 gotas.
Tintura básica de caléndula.....50 gotas.
Se aplica directamente sobre las áreas quemadas, o con una gasa esterilizada.
Jarabe contra diarreas y cólicos intestinales:
Miel......................................100 g.
Tintura de aloe........................25 cc.
Tintura de belladona...............0,25 cc.
Se mezclan bien los ingredientes hasta obtener un fluido semilíquido, y se administra a razón de una cucharada por la mañana y una por la tarde, hasta que cesen los síntomas. A los niños ha de rebajárseles la dosis, que será de una cucharada de postre cada vez.
Insomnio y excesos de tabaco, bebidas, café y otros excitantes:
Tintura de aloe......................100 cc.
Nuez moscada en polvo ...........5 g.
Se administra en dosis de diez gotas, tres veces por día, hasta que cesen los síntomas por completo.
Bálsamo para erupciones e irritaciones de la piel :
Crema para la piel (sin olor)..100 g.
Tintura básica de aloe..............50 gotas.
Tintura básica de hammamelis..50 gotas.
Se mezclan bien todos los ingredientes hasta formar una pomada homogénea, que se aplica sobre toda clase de raspaduras, granos, etc. Es ideal contra la picazón de las enfermedades eruptivas como el sarampión, varicela,rubéola y otras.
Edemas (hinchazón) por acumulación de líquidos:
Tintura de aloe.......................25 cc.
Miel cristalizada................100 g.
Fécula de maíz....................30 g.
Se mezclan los ingredientes hasta formar una pasta homogénea y se aplica en forma de compresas sobre las áreas afectadas, repitiendo la operación dos o tres veces por día hasta que el edema desaparezca. resulta ideal para las ojeras o bolsas debajo de los ojos y los edemas acuosos de los pies y manos.
Infusión de aloe:
De 3 a 4 g de polvo de aloe (media cucharadita de té por taza. Evita los mareos de coches y barco.
Antes de comenzar un tratamiento tanto interno como externo con aloe hay que tomar las siguientes precauciones:
La primera vez que se toma (ya sea en formas de zumo, pulpa, etc.) la ingesta ha de ser gradual ya que hay personas a las que les puede provocar vómitos, diarreas, inflamaciones cutáneas, hinchazones y mareos. Las mujeres embarazadas no debe usarlo bajo ningún concepto ya que es abortivo. La ingesta no es recomendable en pacientes con fiebre y problemas renales graves, como nefritis o cólicos.
!!!!!Hala, a aloeveraizarnos!!!!!! ;)
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