Acabado el periplo jordano había que seguir tirando millas para Israel. Muy cerquita desde Petra, en un par de horas te plantas en la frontera sin excesivos problemas.
Las fronteras de Israel son, quizás, las más seguras del mundo. O, por lo menos, unas de las que aparecen de manera recidiva en las conversaciones entre viajeros. Así que uno siempre va con cuidado por la posible tocada de huevos a la que te puedan someter, que de historias de fronteras se pueden contar mil, propias y ajenas.
Entré con dos estadounidenses, los pelonchos, así que mejor no podía ir. Ya se sabe que los USA e Israel siempre van de la manita. Las maderas, casi todas féminas, nos veían y se tronchaban, por decirlo de alguna manera. La imagen, y la actitud, de los pelonchos era muy cómica. Es difícil disimular esas sonrisas veladas, seas policía o no. La gran mayoría de l@s israelitas, jóvenes, han sido mochiler@s, así que suele haber empatía (aquí el servicio militar es obligatorio para todo quisqui, excepto para los ultraortodoxos y poco más. Ellas tienen que cumplir dos años y ellos tres. Una vez finiquitada la obligación para con el Estado salen de viaje, si tienen pasta o viejos dadivosos, o se ponen a currar para poder irse algo más tarde. Con los posibles conseguidos, ya procurados por su sudor o por el de sus viejos, con lo que les paga el Estado no tienen ni "papipas" ya que son unos 300 euros al mes, parten de viaje por el mundo. Son los grupos que te sueles encontrar viajando, y que tan y tan mala fama, ganada a pulso, cardíaco, suelen tener entre los viajeros. Quien más o quien menos los ha padecido alguna vez.
Poco que destacar del paso fronterizo, cuatro preguntas de rigor, mortis, cacheo de la mochila y revisión con una mopa de esas que tienen para buscar estupefacientes, qué bonito palabro (es una especie de mopa que llevan enganchada a un palo y que van pasando por la mochila, el portátil y todo lo que se van encontrando. Por tu bien que la mopa no cambie de color, por que sino tevAavÉenunfollónquenosabEandEtaSmetío. Y si te encuentran algo dile que eso no es tuyo, que un desconocido te dio unos caramelos, igual cuela. Después del cacheo pasas por la ventanita con otra madera, te sigue haciendo preguntas tipo: ¿qué haces en Israel? ¿conoces a alguien aquí? ¿hasta cuando te piensas quedar?¿qué ruta vas a seguir? ¿por que viajas tanto? ¿a qué te dedicas? ¿me puedes decir algún nombre de algún amigo que viva aquí? ¿cuando fue la última vez que te masturbaste? (esta no, pero bueno) Etcétera. After that: WELCOME TO ISRAEL.
Si uno lleva la estampa de Israel en su pasaporte, automáticamente, tiene la entrada vetada a países como el Líbano, Irán, Iraq, Arabia Saudí y algunos más del mundo árabe. Yo acabo este viaje aquí y me he fundido el pasaporte, me queda una sola página, la 32, así que decidí ponerme el sello y cerrar el ciclo por que a la vuelta a Barcelona me toca hacerme uno nuevo. Me he movido más en los últimos años que Willie Fogg con un bonotren. No obstante, si tienes pensado visitar alguno de estos países a posteriori le puedes decir a la menda que, porfa plis, te ponga el sello en una hoja adjunta no directamente en el passport. Tienes que ser rápido y persuasivo por que depende de cómo se lo digas igual suda de ti (que ya me han contado de alguno) y palmareti. Es un dato curioso éste, es el único lugar del mundo, creo, que tienes que ir con ojo avizor a la hora de elegir los países a visitar y el orden de visitas, ya que el orden de los países sí que altera el producto. No es lo mismo ir a Irán, ¿donde irán?, y luego a Israel que a Israel y luego a Irán, a tomar algo, verbi gratia. En Israel te coserán a questions cuando llegues a la frontera, pero entrarás, en Irán te facturarán directamente de vuelta con la mochila.
Una primera impresión muy curiosa: salgo de la frontera, in the middle of nowhere, los pelonchos tiran para otro lugar, y sí o sí tenía que coger un taxi para llegar a la primera ciudad, Eilat. Después de andar un mes regateando precios a mueLLLLte en Egipto y Jordania el taxista funciona con taxímetro, qué tío más raro lleva taxímetro. Nos subimos al coche y se pone el cinturón!!!! Este pibe esta loco!!!!! Se ha puesto el cinturón!!! Cómo cambian las cosas en solo unos minutos y unos metros. No verás a un conductor con cinturón en una ciudad egipcia o jordana en tu puta vida.
Llego a Eilat y lo primero que me encuentro es una boda judía con un rabino cantando en medio de un escenario que lo flipas y todo grabado por cámaras que vuelan en helicópteros portátiles de estos de juguete. Vuelta a occidente podría llamarse. Qué contrastes que te ofrece el mundo. Me he circuncidado... ¿el rabino?... joder, qué fino eres !!la polla la polla!!!
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Rabino cantando en una boda |
Israel es un país de 8 millones de habitantes, los territorios palestinos el "west bank" con 2.7 millones y la franja de gaza con 1.7, el 75% judíos, 20% árabes, y el 4% restante son cristianos no árabes y musulmanes no árabes, capital sita en Jerusalén y centro económico en Tel Aviv, es el único país judío del mundo, que tiene una moneda que se llama el Nuevo Shéquel y que se cambia a cinco por cada euro maomeno, que limita con Egipto, Jordania, Líbano y Siria, un montón de amigos vamos, los idiomas oficiales son el árabe y el hebreo, que declaró su creación e independencia el 14 de mayo de 1948, y que acto seguido empezó una guerra árabe-israelí ya que los primeros no estaban de acuerdo con el plan de la ONU y que a partir de aquí han seguido habiendo guerras y más guerras y más guerras sin parar, o parando da igual, como aquel que dice hasta día de hoy. Cualquiera que haya leído un periodico o visto un noticiario en su vida ya sabe de lo que estoy hablando, así que no puedo ni quiero aportar nada nuevo sobre lo ya sabido.
En Eilat, aparte de empezar a familiarizarme con la nueva moneda, el nuevo idioma y los nuevos precios poco más que hacer. Es la Marbella de los israelitas, o sea: un ñordoqueparaquétecuento. Aparte de ser el centro turístico de los locales también acoge a hordas de rusos y franceses, que llegan por miles. El ruso se habla por doquier, al parecer llegaron muchos desde Rusia, Ucrania y Bielorusia después de la desintegración de la URSS.
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!!!Se podrían dedicar más al humor!!!! |
Decidí salir de allí raudo y veloz, pero el sabbath me lo impidió. Fue mi primer, empírico, tangible y corpóreo contacto con el famoso sabbath. El de "yooooooo tampooooooco jueeeeego a los booooooolos en sabbath!!!" de la famosa escena de "El gran Lebowski" y que tan buenos e hilarantes momentos me ha dado. Miríficas escenas las de esa bolera. Así que cuando fui a comprar el billete de bus me di con el sabbath en la boca. PutamierdaotradiaenEilat. Como vi que la cosa se complicaba para los alojamientos en Israel, hay mucha gente viajando en estas cristianas fechas, y todo el mundo va con reserva decidí llamar al albergue de mi siguiente destino. Ring, ring, ring, ring, ring, ring. Le digo a la chica de la recepción que no me pillan el teléfono y me dice que claro, que es sabbath, y en sabbath no cogen el teléfono. Ya me está tocando los güitos el sabbath... Al parecer el cumplimiento es más estricto cuanto más cerca estés de Jerusalén. El susodicho empieza el viernes cuando cae el sol y termina al atardecer del sábado. Así que los autobuses empiezan a funcionar calculando la distancia que tienen a la capital para llegar después del mismo, aunque empiecen a funcionar durante él, lo importante es a la hora que llegan.
De Eilat para Jerusalén, pasando de largo el Mar Muerto para luego volver. Aquí las distancias son cortas, si no cuadra ir subiendo escalonadamente por cualquier motivo puedes desandar without any problem, no hace falta que vayas dejando miguitas de pan como Teseo.
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Arte urbano en Eilat |
La llegada a la capital fue: A-LU-CI-NAN-TE, no puedo adjetivarlo de otra forma. El bus empezó a adentrarse en la urbe, ya anocheciendo por supuesto, y empecé a ver a cientos, sino miles, de judíos ultraortodoxos, estábamos atravesando Mea She´arim, su barrio. La imagen impactaba, todos vestidos de negro con su grandes sombreros de sabbath, tienen otro para los días corrientes, su patillas colgando, sus camisas blancas y su particular caminar. Una imagen difícil de olvidar, de esas que te hacen sentir viajero con letras mayúsculas. Todos los hemos visto alguna vez en algún momento de nuestra vida en algún barrio de alguna ciudad, pero un sabbath en Jerusalén, amigos, es un sabbath en Jerusalén. Hay que venir, verlo, sentirlo y observar cómo bajan caminando al muro de las lamentaciones. No lo olvidaréis, palabritadeniñojesús.
Los judíos ultraortodoxos son los llamados haredíes "o los que temen a Dios, los que creen que la Torá entregada en el Monte Sinaí por Dios, con sus respectivas leyes, constituye el manual de instrucciones del mundo. En otras palabras, la Torá es el código que permite, en términos fundamentales, el comportamiento armónico de la Creación y los creados, la regulación sus leyes y principios, y los métodos que llevarán a cada individuo a unirse a Dios para disfrutar del deleite infinito, máximo objetivo de la creación del mundo".
Los jaredíes suelen vivir al margen de las sociedades laicas que los rodean, incluyendo las judías, debido a que intentan poner en práctica los preceptos bíblicos en un ámbito no-hostil. Existen grupos de jaredíes en muchas comunidades judías de la diáspora, particularmente en Estados Unidos y Europa Occidental. Los jaredíes tienen su propio periódico, llamado Hamodia.
No trabajan, reciben una subvención de Estado de Israel y se dedican a estudiar la Torá y a reproducirse cual conejos, según me refiere un amigo israelí. Como os podéis imaginar no son muy queridos por el resto de judíos, y viceversa (... tu piel morena sobre la arena nadas igual que una sirena, tu pelo suelto moldea el viento cuando te miro me pongo contennnnnnnnnnnto... que gran grupo, qué recuerdos...).
La relación de los haredíes con el Estado de Israel es complicada, algunos de estos niegan el estado de Israel, por que su creencia es que éste no se puede crear hasta la llegada del Mesías. Así que reniegan de Israel e incluso llegan a quemar banderas durante ciertos actos. Un rama llamada "Naturei Karta" defiende la creación del Estado de Palestina y usan pancartas del tipo: "Judaismo y sionismo son extremos opuestos", renegando claramente del sionismo muy criticado por los haredíes. Me parece muy curioso todo esto, alguna vez seguro habéis visto alguna foto de ultraortodoxos portando banderas palestinas y tal y tal y, probablemente, habréis pensado que es un montaje, pues no, son miembros de Naturei Karta. It´s true.
La primera percepción es: !!!joder cuanto judío en Israel!!! A un cristiano no es tan fácil reconocerle, no hay símbolo externo de pertenencia. Aquí todo el mundo, salvo algunas excepciones que confirman la regla, lleva algo en la cabeza, ya algunos de los diferentes tipos de sombreros, que me encantan, ya algunas de las diferentes kipás, de diferentes tamaños o colores. Es el puto paraíso para los calvos joder!!!! Veniros aquí, habéis triunfado. Que te sale coronilla, zasca te cascas una kipá. Que se te cae el pelo y tienes menos que el coño de la Barbie, zasca te cascas un sombrero y arreando. Estos sí que saben.
Así que en breve me vi cruzando la inveterada puerta de Damasco, atravesando las murallas de Jerusalén, la Tierra Santa. Pufffffff qué subidón...
Vayanustedescondiosconaláoconyahvéh
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