Namaste!!
Escribiendo desde Jaisalmer, en el desierto del Thar. Este lugar me está sonriendo sobremanera... Acabo de presenciar una puesta de sol mirífica...
De Pockara, disgregado el grupito, para Katmandú, la capital de Nepal. Estoy seguro que tiene sus encantos, pero, yo no me quedé para descubrirlos. Realmente las grandes ciudades cada vez son más uniformes y tienen un menor margen para sorprender.
Me alojo en el barrio turístico-mochilero de Thamel, un guirigai de bazares, motos, pitidos, gente, más gente y más pitidos. Todo el encanto que uno puede disfrutar durante el periplo nepalí queda oculto en Katmandu. En una estancia larga probablemente se pueda escarbar debajo del ruido y la ropa North Face, tirada de precio, pero será para otro viaje.
Anécdota graciosa: sentado en la Plaza Durbar, en el centro, conozco un pibe jovencillo muy gracioso que habla un inglés de puta madre y que, incluso, me invita a un chai (te). Llevado por la cordialidad y el buenrrollo decido invitarle a una birra, que aquí valen una fortuna (por cierto, San Miguel pega muy fuerte por estos lares!!!). Seguimos charlando y tal y tal y el "notas" se pone pesado que si no quiero un masaje que si vengo de un trekking que si patatín que si patatán. El muy cabrón me estuvo pinchando todo el rato, hasta que al final ya me dijo que nos fuéramos de putas que eran muy baratas y estaban muy buenas (unos 4 euros) y que cuando bebía se ponía muy cachondo. Pues no bebas nennnnnnnnnn!!! O pélatela como un mono, pero si esperas que el menda te pague una puta estamos listos, antes las ranas crian pelo rizado rubio... Es gracioso por que el chaval tuvo una evolución desde el principio hasta el final, donde, como tantas y tantas veces, todo se acaba
mercantilizando. Con honrosas excepciones...
De Katmandu comence un largo, y durillo, viaje que me tenía que llevar hasta las tierras indias del Rajhastan. La ruta fue Katmandu-sunaili-gorakphur-lucknow-jaipur. Las primeras paradas ya las había hecho de subida y, plus minusve, conocía el trayecto por donde tenía que pasar.
Después de varios buses mortíferos, la penya aquí mide 1,60 y yo 1,85 por lo que las rodillas, materialmente, no me caben entre el espacio creado entre dos respaldos, llego a Gorakphur. Un lugar sin encanto. Llego de noche y decido parar en una pensioncilla para intentar continuar el viaje al día siguiente.
Intento comprar un billete en la estación de tren, en la ventanilla de extranjeros, y como eran ya las tantas el cabrón paso de mi pero de una manera impresionante. Yo le prenguntaba algo y me decía que mañana a las ocho... perdone, pero como puedo llegar a jaipur? hay tren directo? a que hora sale?... mañana a las ocho... menudo hijo de puta. Visto mi escaso éxito con el susodicho parto para las ventanillas comunitarias de venta de billetes. Son increíblemente graciosas. Aquí, de buenrollo, la gente se cuela pero de una manera brutal. Igual hay una cola de 50 personas (en las India todo es enorme, hasta las colas) y la peña llega y se coloca al lado del mostrador. Pero, lo más curioso, es que nadie dice nada. Se crea una especie de lucha, subrepticia, entre espabilados y empanados. Gente en la cola y gente que, by the face, se pone el primero. Incluso te meten el codo, pero, sin mucha acritud. Lo puedo jurar, no hay un mal rollo latente. Es cultural.
En fin... despues de hacer todo el colón llego a la ventanilla, bloqueando a los adláteres con mis codos, y le pregunto al tipo con mi inglés de Alcantarilla de la ciénaga: Perdone, sabe usted a que hora sale mañana el tren para lucknow... me responde: seventy nine... sorry sir, what time?... seventy-nine... excuse me please, train-to-lucknow-tomorrow-morning-what-time-leaves?... seventy nine!!!!!, y seventy nine y seventy nine y seventy nine... OK OK OK a tomar por culoooooooooooo hijo de la gran puta!!!! ajjajajajajajaajjajajajajajajajaj Todo esto con mogollón de peña detras y flipando por que la cola no avanzaba. Decidí buscarme la vida por otro lado y, así fue. Al llegar al garito donde cené, entable conversación con el camarero y me dijo el número del tren, la hora de salida y la hora a la que llegaba el tren al andén (media hora antes de la salida). El camarero eh... Seventy nine!!!...
A la mañana siguiente para Lucknow, buscando Jaipur como destino final.
Algunas curiosidades y alguna que otra "freackada", a saber: En la India...:
De Pockara, disgregado el grupito, para Katmandú, la capital de Nepal. Estoy seguro que tiene sus encantos, pero, yo no me quedé para descubrirlos. Realmente las grandes ciudades cada vez son más uniformes y tienen un menor margen para sorprender.
Me alojo en el barrio turístico-mochilero de Thamel, un guirigai de bazares, motos, pitidos, gente, más gente y más pitidos. Todo el encanto que uno puede disfrutar durante el periplo nepalí queda oculto en Katmandu. En una estancia larga probablemente se pueda escarbar debajo del ruido y la ropa North Face, tirada de precio, pero será para otro viaje.
Anécdota graciosa: sentado en la Plaza Durbar, en el centro, conozco un pibe jovencillo muy gracioso que habla un inglés de puta madre y que, incluso, me invita a un chai (te). Llevado por la cordialidad y el buenrrollo decido invitarle a una birra, que aquí valen una fortuna (por cierto, San Miguel pega muy fuerte por estos lares!!!). Seguimos charlando y tal y tal y el "notas" se pone pesado que si no quiero un masaje que si vengo de un trekking que si patatín que si patatán. El muy cabrón me estuvo pinchando todo el rato, hasta que al final ya me dijo que nos fuéramos de putas que eran muy baratas y estaban muy buenas (unos 4 euros) y que cuando bebía se ponía muy cachondo. Pues no bebas nennnnnnnnnn!!! O pélatela como un mono, pero si esperas que el menda te pague una puta estamos listos, antes las ranas crian pelo rizado rubio... Es gracioso por que el chaval tuvo una evolución desde el principio hasta el final, donde, como tantas y tantas veces, todo se acaba
mercantilizando. Con honrosas excepciones...
De Katmandu comence un largo, y durillo, viaje que me tenía que llevar hasta las tierras indias del Rajhastan. La ruta fue Katmandu-sunaili-gorakphur-lucknow-jaipur. Las primeras paradas ya las había hecho de subida y, plus minusve, conocía el trayecto por donde tenía que pasar.
Después de varios buses mortíferos, la penya aquí mide 1,60 y yo 1,85 por lo que las rodillas, materialmente, no me caben entre el espacio creado entre dos respaldos, llego a Gorakphur. Un lugar sin encanto. Llego de noche y decido parar en una pensioncilla para intentar continuar el viaje al día siguiente.
Intento comprar un billete en la estación de tren, en la ventanilla de extranjeros, y como eran ya las tantas el cabrón paso de mi pero de una manera impresionante. Yo le prenguntaba algo y me decía que mañana a las ocho... perdone, pero como puedo llegar a jaipur? hay tren directo? a que hora sale?... mañana a las ocho... menudo hijo de puta. Visto mi escaso éxito con el susodicho parto para las ventanillas comunitarias de venta de billetes. Son increíblemente graciosas. Aquí, de buenrollo, la gente se cuela pero de una manera brutal. Igual hay una cola de 50 personas (en las India todo es enorme, hasta las colas) y la peña llega y se coloca al lado del mostrador. Pero, lo más curioso, es que nadie dice nada. Se crea una especie de lucha, subrepticia, entre espabilados y empanados. Gente en la cola y gente que, by the face, se pone el primero. Incluso te meten el codo, pero, sin mucha acritud. Lo puedo jurar, no hay un mal rollo latente. Es cultural.
En fin... despues de hacer todo el colón llego a la ventanilla, bloqueando a los adláteres con mis codos, y le pregunto al tipo con mi inglés de Alcantarilla de la ciénaga: Perdone, sabe usted a que hora sale mañana el tren para lucknow... me responde: seventy nine... sorry sir, what time?... seventy-nine... excuse me please, train-to-lucknow-tomorrow-morning-what-time-leaves?... seventy nine!!!!!, y seventy nine y seventy nine y seventy nine... OK OK OK a tomar por culoooooooooooo hijo de la gran puta!!!! ajjajajajajajaajjajajajajajajajaj Todo esto con mogollón de peña detras y flipando por que la cola no avanzaba. Decidí buscarme la vida por otro lado y, así fue. Al llegar al garito donde cené, entable conversación con el camarero y me dijo el número del tren, la hora de salida y la hora a la que llegaba el tren al andén (media hora antes de la salida). El camarero eh... Seventy nine!!!...
A la mañana siguiente para Lucknow, buscando Jaipur como destino final.
Algunas curiosidades y alguna que otra "freackada", a saber: En la India...:
a) no hay palo de la escoba ni palo de fregona. Aqíi se siguen partiendo el lomo para barrer y fregar
b) las botellas de agua las llenan hasta la parte superior del cuello, es casi imposible beber el primer trago sin derramar algo (buen detalle eh!)
c) las vacas pacen como Pedro por su casa a lo largo y ancho de todo el país (son realmente sagradas...) He leído algo sobre la casta que se dedicaba a recogerlas cuando mueren...
d) si se "equivocan al darte el cambio" siempre será a su favor. Nunca lo dudes (aunque por regla general son de puta madre)
e) aquí todo es insultantemente barato, excepto la cerveza. Dormir por, aproximadamente, 1 ó 2 euros. Comer por 1 ó dos euros y viajar 14 horas en bus por seis euros.
f) cuando dicen sí con la cabeza, no la mueven de arriba a abajo sino que la basculan de lado a lado de una manera harto graciosa. Los primeros días es absolutamente desconcertante, no sabes si es que si si es que no o si es que toman el pelo. Es un gesto de lo más característicos que me he encontrado en mi vida...
Hay más, ya os contaré...
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