jueves, 20 de octubre de 2011

CRÓNICAS INDIAS-NEPALÍES V
















Namaste! Me quedan unas horitas para coger un bus hasta Bombay (17 horas). Así que aprovecho y continuo narrando...
 

Al final conseguí salir indemne de la desinformación de Gorakphur y pude coger el tren para Lucknow. Todo lo que me dijo el camarero era rigurosamente cierto.
En Lucknow nada que hacer (no obstante es una ciudad con mucha historia. Tuvo un sitio bélico muy importante siglos atrás, me recuerdan orgullosos algunos de sus habitantes). Total, que todo el santo día en la estación esperando el autocar hasta Jaipur. La información que me dieron en una ventanilla era harto confusa y anduve todo el día con el culillo prieto; por que eran muchas horas de espera sin la certidumbre de si mi bus salía. La informacion, en India, a veces no es tan asequible y entendible. Y la nada halagüeña perspectiva de quedarme a dormir en la estación no me satisfacía. Salí, sin más percances. 
 
Durante el camino conocí a un pibe, de clase media-alta, que inmediatamente me invito a su boda que iba a celebrarse en Lucknow a finales de enero. Aceptaría encantado, le dije, pero para esas fechas ya ando por las antípodas de nuevo. Asistir como invitado a una boda india debe ser increíble (los que hayan visto "La boda del monzón" de Mira Nair ya se imaginan de qué va...) Quizás para otro viaje.
En Jaipur retomo el contacto con el viaje cultural y arquitectónico. Los palacios de la ciudad y de los alrededores, especialmente el fuerte de Amber, son de una belleza excelsa. Unas construcciones inmensas pero que cuidan muchísimo el detalle. Los enclaves montanyosos de algunas de ellas les dotan de aun mucha fuerza y energía.

Quitando los monumentos y enclaves arquitectónicos Jaipur te sume, de nuevo, en el más absoluto caos del tráfico indio. Comienzan los pitidos por millones, las ofertas de compra callejeras, los bazares y todo el uniformismo indio.
Un cambio importante en los últimos años me fue referido por un local: la gran cantidad de motos que hay en la india, millones sin duda, es un acontecimiento no muy lejano en el tiempo. Hay tantas y tantas y tantas... Compiten entre sí dos grandes marcas: Honda y Bajaj. Estoy leyendo un libro interesantísimo de Naipaul (lo recomiendo para cualquiera que quiera venir a la India) donde se comenta algo al respecto: parecía que Honda, japonesa, ganaría la partida indiscutiblemente a Bajaj, india, y la eliminaría del mercado: aunque, Bajaj resistió e, incluso, aumento sus ventas después de la entrada de Honda. Vaya rollazo eh... ajajjajaja  

Aquí si quieres morir atropellado sólo tienes que mirar una vez antes de cruzar: seguro que palmas. Las posibilidades de que sobrevivas son directamente proporcionales a las veces que giras la cabeza antes y, durante, el cruce...
De Jaipur para Pushkar, uno de los centros neurálgicos de los mochileros que pululan, o pululamos, por la India. Este pueblo, que tiene como centro un lago, es uno de los lugares mas sagrados de la India. Segun la mitología hindú Brahma dejo caer aquí una flor de loto y, en ese preciso lugar, nació el lago. También se encuentra uno de los pocos templos en el mundo dedicados a Brahma.

Pushkar es el reino de los rastafaris y los fumetas (de lo que he pisado hasta ahora). Ciertamente, me lo esparaba más tranquilo. La proliferación de motos en la calle central le resta quietud al lugar y le suma estrés sonoro, que es lo que uno busca dejar atrás en determinados momentos. Había depositado alguna esperanza en este enclave, pero no va a ser donde me quede descansando... No obstante, se conoce mucha gente en los baretos que hay en la calle, tomando un tentempié sentado, ¿acabo de crear un oxímoron?

De Pushkar para Jaisalmer, en el desierto del Thar, en bus nocturno (unas 14 horas). Aquí se dio la peor noche del viaje... como me tocaba bus nocturno y no sabía muy bien cuando iba a cenar decidí hacerlo antes de tiempo y con poca hambre. Total que parece ser que por primera vez en mi vida pillé un denominado "empacho" y, para mas inri, cinco minutos antes de la salida del bus fue cuando me empece a encontrar fatal. El empacho se debió sobre todo a la ingente cantidad de "lassi", una especie de batidos que hacen aquí, de banana con dátiles. Iba siempre al mismo lugar y acabé haciéndome amiguito del chaval que curraba allí. Así que cada vez que vaciaba el vaso me lo volvía a llenar, por la patilla, con los restos de los lassis que quedaban en la batidora... Al parecer me pasé.

Me subo al autocar, aun no estaba del todo mal, y cuando voy a pillar mi asiento resulta que hay "overbooking" y no tengo. Me mandan para atrás y me meten de acoplado en el fondo sur. Y en esas que, de golpe, empiezo a sentir el estómago fatal. Decido bajar y meterme los dedos para vomitar. Vomito algo, pero poco,  y vuelvo a subir. El autobús comienza la ruta, 14 horas nada menos, y el malestar iba a más. !Me entraron los sudores de la muerte! Un sudor frío de cojones, yo allí clavado en el fondo sur y en posición fetal vertical, y flipando por que sabía que así no aguantaba catorce horas ni rogando a San Vomitado. Yo con un malrollo que no veas por que pasaba de parar el bus por mi culpa y pensando que en cualquier momento iba a pegar un tralladón de la hostia. Localicé la ventana mas próxima, que estaba en la litera que había delante (aquí los buses tienen asientos y camas) y la fijé como objetivo en caso de trallada-inminente. "Efectivi-wonder", con  el sudor frío, el vaido de cabeza y el estómago destrozado me vino una megaarcada que me hizo tirarme encima del notas de la litera, abrir la ventana con precisión de neurocirujano, y pegar un mega-archi-super-plus-ultra tralladón que para que cuento más. Salieron todos los lassis del día y el vegetable chowmein de la noche. No doy más detalles para no pecar de escatológico... ajajajajajaj Ipso facto, después de vomitar, me encontre de fábula y las catorce horas ya me parecieron un paseo triunfal por los Campo Elíseos...

Un abrazote.


P.D acabo el mail desde Goa, paraiso hippie de los sesenta. He encontrado un lugar increíble: una chocita de caña a tres metros del agua y con una gente de primera. Triunfadón... me paso los días corriendo por la playa y cenando tiburón... ya os contaré!!! 25 grados y subiendo... 









 

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