domingo, 30 de octubre de 2011

CRÓNICAS VENEZOLANAS I

Qué hubo!

Y la primera crónica venezolana empieza en Colombia; por que amigos si queréis visitar Venezuela no olvidéis llevar dólares o euros en efectivo, cashhhhhh fresquito, sino os resultará más caro que viajar por Suiza. Si no más caro ahÍ ahí, tal como suena... 

En Venezuela existen dos tipos de cambio: 1) el cambio oficial: a 2 bolívares por dólar o a 3 bolívares por euro. 
2) el cambio de la calle: que te dan entre 5 y 6 por dólar y entre 7 y 8 por euros. 

Esto significa que en la calle tus euros rinden bastante más del doble, puede que hasta el triple con lo que así puedes viajar por el territorio, de la otra manera (al cambio oficial) sería un viaje casi de lujo.
Cuando por fin tuve la certeza de esto, por que había informaciones confusas e interesadas y parciales, supe que o conseguía euros o dólares o no podía viajar por Venezuela. Misión: conseguir dólares en Colombia. No era tan fácil...
Primero pensé en sacar pesos colombianos y de ahí cambiar a dólares, pero en Santa Marta ninguna agencia me los daba. Después intenté comprar algunos dólares a los mochileros, y alguno compré. Pero pocos. Finalmente alguien me comentó que había un Wester Union en Santa Marta y que quizás, quizás, quizás. Lo primero que pensé es que seguro me iban a dar el reembolso del monto en la moneda local, no en dólares. Así fue como me respondieron en el primer intento, que me lo daba en pesos colombianos. Al segundo intento se iluminó mi camino al país vecino y la piba me dijo que podría recoger la cantidad en dólares. Voilà!!!  Después de alguna vicisitudes pude conseguir la guita sufienciente para emigrar a Venezuela.
A favor...
En contra...
Anécdota graciosa y sintomática de estos países: voy a comprar el billete para Maracaibo y el de la agencia me dice que si tengo las vacunas... sí, las tengo todas: amarilla, tifoidea, tétanos, rabia... no, que si tengo la de la gripe A o en su defecto la de la gripe normal... no, esa no la tengo... pues sin eso no te puedo vender el billete por que no te van a dejar pasar la frontera... pero qué dices!!... lo que oyes... no hay alguna manera de... sí, poniéndote la vacuna aquí y enseñándome la cartilla, ooooooooooooooo pásate el sábado que la frontera está más relajada y por ahí te puedo vender el billete por que te ponen la vacuna allí mismo en la frontera...A todo esto el tipo súper serio y servicial, dando imagen de seriedad (yo pensando que !!una polla me voy a pinchar una puta vacuna en una frontera medio trucha!!) Que si también me puedo pinchar allí mismo en la frontera, me dice (yo imaginándome una cola de pardillos poniéndose a-saber-dios-qué-cojones-en-el-cuerpo). El sábado me vuelvo a pasar amigo...

Intento averiguar algo más del tema y nadie sabe nada de la vacuna, que eso ya pasó, así que el sábado me mando a comprar el boleto y está el mismo tipo. ¿Pensáis que me dijo algo? Nooooooooooo, nada, me vendió el billete sin decir ni pío y cómo ya tengo experiencia por estos lares ni siquiera me molesté en preguntarle de nuevo... Cap problema en la frontera amigos, cap problema!!!!, ni siquiera por los tambones de guerra que no paran de sonar en las televisiones de ambos países por todo el tema de las bases norteamericanas en colombia y el movimiento de tropas de Chávez hacia las fronteras. "Surrealismo mágico" sudaméricano muy cerquita de la tierra de Macondo...

De Santa Marta salida para Maracaibo vía Maicao, una de las tres o cuatro fronteras que existen entre estos dos países. Un viaje de aproximadamente siete u ocho horas. Primera sorpresa: las cortinas de las ventanillas tienen que ir cerradas porque existe la insana afición de apedrear los autocares para que paren y robar a todos los viajeros. Otras compañías graban la entrada en los buses ya que también les dio, insanos y malvados ellos, por subirse al bus y robar una vez ya estaba rodando. Sólo sé que era el primer bus que pillaba y había dos cristales reventados y tapados con cartones.
La seguridad es uno de los principales temas que surgen entre los viajeros que deambulan por estos países. Al parece Caracas es un punto muy caliente y no lo dudo, pero también he aprendido algo durante mis viajes y es que muchas veces la gente, del lugar incluso, tienen unas paranoias con los robos que llegan a ser incómodas para el viajero y siempre te cuentan lo peor y que si tengas mucho cuidado y que si por aquí no y que si por allí tampoco... SIEMPRE hago caso de los locales, pero que les haga caso no me quita a veces quedarme con la impresión de que les han hecho un lavado de olla importante. Es como si a la gente que viene a barcelona le dijeras: ufffff, yo a las ramblas no iría, allí el robo es seguro ándate con mucho ojo por que tu vida corre peligro y tienes el riesgo de amanecer en una bañera llena de hielo y una incisión a la altura de un riñón (esto me lo han dicho, no me lo invento...) Y claro se te pone el ojete que no te cabe un pelo a martillazos. Hurtos: probablemente hay más en las ramblas de barcelona que en muchas de las ciudades sudamericanas. Y de extranjeros, mochileros en este caso, muertos habrá pero no tengo la impresión de que vayan matando a la gente sin ton ni son... 
Cierto es que hay que ir con cuidado y procurar no liarla, pero sin pasarse y sin ayudar a psicotizar a los viajeros. Que por otra parte ya son grandecitos y saben a los riesgos que se exponen. Pero a veces la paranoia es brutal. Ayer me tocó vivir una de ellas sin ir más lejos, ya os la cuento más adelante (como escribo con un desfase temporal importante ya puedo decir que no he tenido, ni yo ni los que me rodeaban, un sólo problema de seguridad en todo el país, así que esa es mi propia experiencia). 
 


La llegada a Maracaibo, y toda su vaina como diría Manu Chao, desagradable. El autocar en lugar de para en el terminal de autobuses para en un terminal privado a saber dónde coño, por que no tienes ni puta idea de dónde estás. Llegas de noche a una ciudad inmensa y a la primera de cambio ya tienes que pedir un taxi para que te pegue la clavada. Por suerte había un par de pibas en mi misma situación y pudimos arreglar lo crematístico.
Lo primero que me chocó de Venezuela fue lo grandes que son los coches. Son inmensos!! Tantos los modernos como los antiguos americanos que tanto se ven, algo exagerado. Unos carros con unos motores de escándalo, 3000, 4000, 5000 cc. Una exageración. Duele pensando en el planeta lo que comen esos bichos, litros y litros, pero ahí está una de las cosas más alucinantes de Venezuela. ¿Sabéis lo que cuesta el litro de gasolina aquí? Pues el litro es algo así cómo 0,07 bolivares, esto es para que nos entendamos: con medio euro, plus minusve, se echan 40 o 50 litros de gasofa. Pàflipar eh!! Así que como la gasolina vendría a ser gratis, casi, pues los coches no escatiman en motores. Venga centímetros cúbicos y venga cilindros. Si pueden ser doce mejor!! 
El precio del gas ni os lo puedo decir, por que es tan absolutamente bajo que casi no tienen moneda para pagarlo. Rozando la gratuidad. Es lo que tiene ser el tercer productor de petróleo del mundo y con reservas que en caso de utilizarse dejarían atrás a Irán, el primer productor.




Por suerte en Maracaibo no duré mucho en su apestosa terminal de autobuses (bastante chunga), pude enlazar en menos de hora para Mérida, en los andes. Las chicas tuvieron que esperarse hasta las tantas de la madrugada. Su cara no era como para tirar cohetes.

Curiosidades, freackadas y cosas que ves y dices "no me lo puedo creer":

1) Tienen varias marcas de birra, para mi la mejor es la "Solera verde", suave pero buena. Me gustan más que las colombianas (la mejor colombiana para mua es la "Águila"). Consumen muchas birras "light".

2) El sueldo mínimo es de 900 bolívares ( y según me refieren el mínimo es muchas veces el medio)

3) El aire acondicionado en los buses está tan bajo que se te petan los granos. Si te olvidas subir una manta, o el saco de dormir en mi caso, prepárate para pasar una noche en alta montaña con la tienda rota (símil real). En uno de los largos viajes que me estoy pegando por aquí, 26 horas un enlace y doce más de regalo, se me olvido pillarlo y por la noche me quería morir. Se me metió el frío en los huesos y me costó harto conciliar el sueño. Quería volverme gay y buscar el calor de mi compañero de viaje...

4) Las palabras más típicas y que más me gustan: vaina, jeva (piba), burda (muchísimo), "de pinga", "fino" (algo muy bueno), pana (que viene de partner), "está o es demasiado bueno", y mi favorita: ARRECHO o ARRECHÍSIMO: una palabra polisémica que utilizan muchíííííísimo por estos lares (algo arrecho puede ser algo buenísimo algo de puta madre, pero también tiene otros significados) La rae da esto entre otros: 7. adj. Ven. arduo (‖ muy difícil).

8. adj. Ven. intenso (‖ muy vehemente).
9. adj. Ven. En lenguaje juvenil, espectacular, sensacional.



5)  Tienen una visión muy subjetiva del volumen en la música de los coches y los buses. Directamente a tope. Pero algo exagerado y en ocasiones desconcertante. Estás un montón de rato sin películas ni música, entre las seis y las diez por ejemplo, y a las diez de la noche con la peñica sobando, el conductor te mete el reggeatón a toda hostia. Tal cual, y no me ha pasado una sola vez (es más incomprensible que Laura Ingells anunciando el predictor) Más de una. Daaame más gasolina, daaaaaaaaame más gasolina, y nunca mejor en Venezuela. La música que predomina es el reggeatón, que personalmente una canción vale pero horas y horas no. Y el género que más me ha gustado es un ritmo caribeño que se llama "gaita" y que me suena muy divertido.

Llegada a Mérida de muy buena mañana.

To be continued friends.








!!!Camisetón!!! ajjjajajajajaja


 

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