domingo, 30 de octubre de 2011

CRÓNICAS VENEZOLANAS II




Cóndor enjaulado... :(

Buenas!!

Mérida es la capital de la región de los andes, en el estado de igual nombre (Venezuela está dividida en estados). Aquí es dónde termina, o empieza, la cordillera de los andes, para, en no muchos kilómetros, aparecer el mar caribe. Los picos más altos de Venezuela, el Bolívar con sus 5007 msnm y el Humboldt con casi 5000, están aquí. Es un lugar ideal para trekkings de media-alta montaña y hay muchas agencias de aventura que se dedican a alquilar el equipo necesario y toda la parafernalia. Intenté ver si podía subir para el Humboldt, pero el handicap de viajar sólo, y en un país con tan poco turismo "independiente", se convirtió en un pequeño problema. Para un alma en pena no alquilan ni organizan nada, tienes que esperar que se forme un grupo de 4 mínimo. Así que después de ver cómo respiraba Mérida me di cuenta que formar un grupo iba a ser más duro que el wonder bra de la Dama de Elche.. Nada de Humboldt, ni de Bolívares ni de pollas en vinagre. Una excursioncica baratita por los alrededores de Mérida, y sus pueblitos andinos, y vas que chutas (la compañía resultó ser interesante y grata, ya que una pareja de maracuchos en luna de miel, muy chéveres, me pusieron al día sobre asuntitos del país (petróleo, política, precios, salarios etc etc)También coincidí con Sanja, una viajera  de lo más inteligente.


Mérida tiene el teleférico más largo y el más alto del mundo. Tenerlo lo tiene, cierto, pero no funciona desde hace un par de años. Así que es algo que está ahí y ya está. Mucha gente viene a verlo, o a recorrerlo, y cuando llegan aquí se comen el marrón por que nadie les ha avisado del pequeño problema.

Viendo el percal de que solo lo tenía mal aquí decidí emigrar rápido hacia el oriente, en busca de vientos más favorables. No está mal Mérida, pero nada que hacer si no tienes un grupo con quien organizar los trekks. Lo dejaremos para otra ocasión.

La historia del cambio de divisa desfavorable hace que los viajeros vayan subiendo por sudamérica hasta Ecuador, y ahora ya empiezan algo más por Colombia, y al llegar a Veenzuela toquen y pica pared, media vuelta. El presupuesto ajustado de los mochileros no casa con los precios venezolanos y, después de meses de viaje, nadie lleva efectivo en la mochila. Así que muy pocos siguen la ruta por aquí. Con el agravante que casi nadie te habla muy bien del país como destino turístico, se prefiere Colombia por múltiples  cuestiones.

Decido salir, más rápido que Forrest Gump en un encierro sanferminero, para Santa Elena de Uairén, una pequeña localidad en el extremo suroriental del país, a escasos diez kilómetros de la frontera brasileira. Me tocan 26 horas hasta ciudad Bolívar, tránsito y 13 horas más. Marathón. Por si fuera poco justo el día de antes se me jode el mp3 y me quedo sin música, así que daaaaame más gasilona daaaame más gasolina for ever.
El primer trayecto hasta Ciudad Bolívar me tocó sufrir a un equipo de jiu-jitsu de descerebrados meridenses (gentilicio: gochos). Las dos primeras hora eran graciosos pero los muy hijos de puta no se callaron en las 26, increíble las tonterías que soltaron. Para grabarlo, en serio. Incluso una vieja se quejó, vehementemente,  por que no la dejaban dormir... para que dijo nada, se convirtió en el centro de las mofas. Telita, telita.

En el trayecto coincidí con Max, un bretón al que conocí cuando me entregó mi saco de dormir que me había dejado en una cafetería, y con el que tendría que compartir los próximos días de viaje.


El Orinoco a su paso por Ciudad Bolívar

 En Ciudad Bolívar, durante el tránsito de cuatro o cinco horas, y paseando por la ribera del Orinoco vi un edifició completamente quedamo y en ruinas. Estaba grabando con la cámarita cuando aparecieron los bomberos. Hacia un mes había ocurrido un megaincendio en el que había fallecido un bombero, estaban extinguiendo cuando la estructura colapsó atrapando a unos cuantos. Uno de ellos, muy joven, murió. Triste. Se casaba al mes siguiente y al parecer la prometida acude cada día al lugar del siniestro para pasarse la tarde llorando... En Mérida los bomberos son profesionales y trabajan para el estado, claro que aquí las condiciones no son como las nuestras. En fin...



 

Por la tarde de nuevo bus y para Santa Elena. 12 horas nocturnas con el agravante, y récord personal, de sufrir !!seis controles militares!! Cada hora, parada del bus se sube el milico y pide carnés, pero a las 2, 3, 4, 5, 6 de la matina! Surrealista y patético (más pesados que Pavarotti vestido de buzo...) ¿Es que no existen las radios? ¿Es necesario hacerlo seis veces? ...  Después de revisar los pasaportes y cédulas nacionales siempre decían el número de alguna maleta... "el dueño de la maleta número 34 sea tan amable de bajar por favor"... con la extrañeza que en muchas ocasiones nunca aparecía nadie hasta después de varios minutos... a mí no me tocó bajar nunca, por suerte.

Así, después de dos días de frío polar en los buses llego a la Gran Sabana venezolana.


Mural en Ciudad Bolívar


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