Después de tres días buceando a saco en las islas mi companY el Graneliqui me abandona. Algo se muere en el alma cuando un amigo se va, léase con tonito coplero. Mentira por que dentro de unos cuantos días volveremos a estar estufándonos unas birrillas y currando junticos, c´est ne pas probleme. Así que me tocó verlo alejarse en un bote camino a Semporna y , como no, despidiéndolo con la manica a lo Muñeco Reina de Inglaterra, girándola mecánicamente. De hecho vimos alejarse dos veces el bote, por que cuando llegábamos salía uno, ¿no será ese no? nos preguntamos. Sí, lo era. Así que tuvieron que llamar para que diera marcha atrás y volviera a por el tardón. Por la puerta grande como no podía ser de otra forma. La gente que curra allí son todos muy buena onda así que incluso hubo risas y alguna apretada. Los currantes del centro son todos, absolutamente todos, filipinos. Y, además, súper jóvenes. Hay mucha inmigración de Filipinas a Malasia, sobretodo en estas islas que están tan cercanas.
Hice muy buenas migas con Teresa, la piba que lleva la economía del garito, también filipina. La mayoría de los que curran en el centro, de hecho todos menos ella, no tienen papeles. Si te encaloma la police primero pagas talego y después te deportan. Dependiendo del lugar donde te pillen cambian los meses que te comes: si te pillan en Semporna, la city, te caen más de ocho meses y si te pillan en Mabul seis, plus minusve. Primero cárcel y después te deportan, menuda banda de hijos de puta corren por estos lares también. Las jodidas e inicuas leyes de inmigración, para qué hablar más. Así que todos estos chavales cuando hay una inspección, que hay alguna pero pocas, se esconden por ahí hasta que pase la tormenta.
Están todo el santo día allí, ya que en la isla no hay nada más que hacer. Nada, rien, nothing the nothing. Cobran unos 250RM, que vienen siendo unos 70 euros (el dueño del negocio, el Tío Chang, aparte de poner su cara de pan de quilo en todas las camisetas del centro, los sellos, etc etc se dedica a coleccionar coches amarillos de alta gama, así son las cosas aquí y allí). Son súper simpáticos y súper agradables, así que si esa es la tónica de Filipinas habrá que ir un día por allí. Unos de ellos, el two inches (dos pulgadas), que tiene 16 años, se agarra unas melopeas por las noches que para qué te cuento. A éste es verlo venir y ver como anda y me empiezo a partir la caja yo solo, el chaval debe pensar que estoy medio girado pero es que es un cómico de pies a cabeza. Ahí con sus dieciséis añicos y pillando unos almendrados que para qué te cuen, su pelico cortado a lo moderno, con pelo largo por un lado y por el otro no y teñido de granate. Sus pendientiquis. Debe medir uno cuarenta y cinco y va caminando con los pantalones por debajo del culo, así que los lleva a escasos dos palmos del suelo. Llega la noche, se bebe un par de güiscazos con los dive master que siempre hay por allí y ya no sabe ni dónde está. Vaya pedazo de crack. Larga vida para él.
De lo visto bajo el agua destacar el coral y la vida de Sipadan, las inmensas tortugas verdes que hemos tenido el lujo de ver y de bucear a su lado, los tiburones de punta blanca, las gigantes morenas, los bancos de cientos y cientos de inmensas barracudas, los alucinantes e increíbles colores de los nudibranquios (que se ven por doquier y a cada cual más extraño), esos peces payaso en sus anémonas que tanto me gustan por iluso que parezca, la elegancia de los peces león, las formas de los trompeta y toda esa vida marina que tanto fascina. Por todos estos lujos no le queda a uno más que estar agradecido. Supongo que en algún momento me voy a pillar una cámara, o una funda en su defecto, para poder inmortalizar algunos de los momento vividos underwater. Will see.
Aquí os dejo unas foticos gentileza de mi compañero de habitación y buceo Liang:
De Semporna toca salir pegándome un pateo de aquellos inhumanos hasta Miri, en el centro de la isla aproximadamente. Varios autobuses de varias y muchas horas entre un punto y otro. Me toca dar más vueltas que el monstruo de Tasmania, y, todo, por culpa del banco. Para pagar los billetes de avión, o para ciertas transferencias, el banco me envía al móvil una clave de verificación. Como no me sale de los cojones viajar con el móvil al parecer no puedo comprar nada ya que no me llega la clave, o cambio el número y pongo el de algún colega o le dejo mi teléfono a alguien para que mientras compro algo en la otra punta del mundo me mande la clave por mail para que yo verifique. Contando con las seis horas de diferencia horaria. ¿Todo muy facilito no? Les propongo que me envien un mail en vez de un sms y me dicen que si patatín que si patatán, que no se puede que son no sé qué no sé qué cuantos etc etc Abreviando, después de mucho comerme la olla, y de decirle a un colega que subiera a mi casa a por el móvil (y que jurara que no iba a hacer nada con las fotos que salgo en tanga en el espejo del baño ), me da por leer la letra pequeña de la página de verificación y resulta que puedo consultar la clave online en la página de "la caixa". Acojonante pero cierto. No es la primera vez que me pasa esto con los bancos, no se enteran de nada coño. Te escribe alguien desde la otra punta del mundo diciendo que no puede comprar billetes para salir de una isla y la respuesta es que lo mejor es salir de España con un móvil de prepago, !!!manda cojones!!!!!!!! !!!Eso ya lo sé petarda, pero lo que quiero es pillar un vuelo!!! Los bancos y la policía, mis eternos amigos.
Como curiosidad viajera decir que en el trayecto de Kota Kinabalu, en Sarawak Malasia, hasta Brunei hay un récord de pase de fronteras, ocho en el mismo día. Más "Fronteras" que un concesionario de Opel. Por un momento pensé que debía ser una cámara oculta o algo así, pero nada más lejos de la realidad (esto se debe a la ubicación de Brunei entre Sarawak y Sabah, dos regiones semiautónomas, abreviando, de Malasia). Así que incluso dentro de la misma Malasia no paras de sellar el pasaporte. Se quedan cortas las páginas entre sello y sello, el paraíso de un filatélico ;)
El estado de BRUNEI, conocido entre los de mi generación por el famoso Sultán que siempre salía como el tipo más rico del mundo y que si su palacio tenía los grifos de oro entre sus mal de mil habitaciones y sus miles de coches y toda la mandanga pastelosa del triunfo crematístico. Así nos hacen crecer algunos, vaya indeseables. Aparte de todo esto su capital se llama Bandar Seri Begawan, tiene unos 400.000 habitantes, viven bajo un regimen de monarquía absoluta, su moneda es el dólar de Brunei que vale la mitad de un euro y está situado dentro de la isla de Borneo, entre Sabah y Sarawak. La dinastía del actual Sultán se remonta ininterrumpidamente desde el siglo XIV. Sólo deseo que los Borbones no nos duren tanto y se peguen un tiro cazando elefantes en Botswana.
Me tocó pasar el día por la capital y poquito que hacer aparte de ver la mezquita y pulular por las poco transitadas calles. Cené con una japonesa, Nana, anda como las canciones de cuna de España le dije (la pava flipando). Casi le canto "la nana de la cebolla" , pero no me ateví que los japoneses saben bastante de flamenco y a ver si iba a cagalllla. Por cierto: la homosexualidad está penada aquí, pero en la mesa de al lado estaban cenando tres travestis la mar de tranquilas. Así que tan radicales no serán no...
Hasta lueguito companys!!!!
ei, muy guapas tus crónicas viajeras, me haces pasar muy buenos ratos!
ResponderEliminarno cambies nen!
pintado
!Ese máster, celebro que te gusten! Ya me queda bien poquito; nos vemos en muy breve espacio, de tiempo y espacio. ;) ¿Cómo anda el artista? !!Todo un hombrecito imagino!! ;)
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